Durante el Ángelus el Papa pidió para los enfermos «adecuada asistencia sanitaria y caridad fraterna» y explicó que la Jornada de Oración y Ayuno del 23 de febrero también estará dedicada al Congo.
En el Día Mundial del Enfermo de este año, que además coincide con la memoria litúrgica de la Santísima Virgen de Lourdes, el Papa Francisco invitó, antes de rezar la oración mariana del Ángelus, a “contemplar a Jesús como el verdadero médico de los cuerpos y las almas”.
El Papa además afirmó que “ninguna enfermedad es causa de impureza” ni “afecta o impide su relación con Dios”, de hecho, señaló – “una persona enferma puede estar aún más unida a Dios”. Sin embargo, lo que sí que nos convierte en impuros es “el pecado”. Francisco recordó que el egoísmo y el orgullo, incluso entrar en el mundo de la corrupción “son enfermedades del corazón de las que debemos ser limpiados, recurriendo a Jesús como el leproso”. Y para liberarnos, debemos acercamos al sacramento de la Reconciliación “con un corazón arrepentido” y es así que la lepra del pecado “desaparece” y volvemos a vivir con alegría nuestra relación filial con Dios.
Después de rezar a la Madre del cielo, el Santo Padre se inscribió, en directo a través de internet, y con la ayuda de dos jóvenes, a la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Panamá en enero de 2019 e invitó a todos los jóvenes del mundo “a vivir con fe y entusiasmo este evento de gracia y fraternidad ya sea yendo a Panamá o participando desde la propia comunidad”.
Francisco también recordó que el próximo 15 de febrero muchas familias celebrarán el Fin de Año Lunar en el Extremo Oriente y otras partes del mundo. A todas estas familias les deseó vivir más “la solidaridad, la fraternidad y el deseo del bien” contribuyendo así a crear una sociedad en la que cada persona sea “bienvenida, protegida, promovida e integrada” y recordó orar “por el regalo de la paz”, un tesoro precioso – puntualizó, “que debe buscarse con compasión, previsión y coraje”.
Entre sus saludos, destacó el que hizo a la Comunidad congoleña presente en Roma, a la que se unió en oración por la paz en la República del Congo y recordó que esta intención será especialmente presente en la Jornada de Oración y Ayuno que ha convocado para el próximo 23 de febrero.