El Departamento de Arqueología de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural y Natural llevó a cabo en días recientes, trabajos de restauración del edificio de Las Columnas o pirámide principal del Parque Arqueológico Tazumal, en Chalchuapa, Santa Ana.
La estructura, hecha en su mayor parte de tierra, “sufre deterioro en varias partes por insectos y por musgos” que provocan fisuras por donde se filtra el agua, las cuales son reparadas con una argamasa muy parecida a la original, hecha con barro, cal, tierra y piedrín negro, explicó el arqueólogo Shione Shibata, quien dirige la intervención.
Junto al arqueólogo japonés, trabajaron cinco técnicos especialistas en restauración de arquitectura de tierra como don Héctor Guevara, quien labora desde hace 27 años en el sitio, al igual que lo hizo su abuelo, Pablo Murcia, en la década de 1940, cuando llegó a Tazumal como uno de los ayudantes del arqueólogo estadounidense Stanley Boggs.
La restauración se hace periódicamente con una técnica desarrollada a través de los años por arqueólogos japoneses y por técnicos salvadoreños como don Ismael Girón, quien según Shibata “la mejoró y la ha convertido en la más avanzada en Mesoamérica para tratar las estructuras de tierra”.
Además de fisuras, con la argamasa se rellenan hoyos y se hacen repellos finos en las paredes de la estructura donde aún se pueden apreciar segmentos del repello original del sitio que durante cientos de años fue ocupado por mayas y luego por los grupos nahuas que vinieron en diferentes migraciones entre los siglos VII y XIII.
Tazumal fue un centro rector regional en el sureste de Mesoamérica; estuvo ocupado desde el periodo Clásico temprano (420-600 años d. C.), hasta el periodo Posclásico temprano (900-1200 años d. C.). Ha sido investigado desde los años 40 del siglo pasado y fue abierto como el primer parque arqueológico del país en los años 50 del siglo pasado.