Algún día Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, expresó palabras de admiración y solidaridad por el pueblo centroamericano.
Hoy los reprime y les lanza gas lacrimógeno. Que incoherencia entre su decir y su actuar.
La ONU pidió evitar el uso de la fuerza contra los migrantes centroamericanos en México, mientras que López Obrador ratifica el respeto de los derechos humanos del grupo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia matutina de este viernes, reiteró el compromiso de su Gobierno con el respeto de los derechos humanos de los migrantes y destacó que desde su llegada a la frontera no se han reportado personas heridas.
«No ha utilizado la fuerza la Guardia Nacional, ha hecho un buen trabajo; solo en el primer día hubo un hecho aislado y no hemos tenido lesionados», afirmó López Obrador sobre el intento de ingresar a México de los migrantes a través del río Suchiate.
Asimismo, el mandatario mexicano destacó que desde la llegada de los migrantes a la frontera sur no se han reportado lesionados, en cambio, añadió, a estas personas se les ha brindado refugio, atención médica, trabajo, así como el retorno asistido.
«Tengo la información de que la Guardia Nacional ha actuado bien», aseguró López Obrador ante la prensa.
Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió al Gobierno de México evitar el uso de la fuerza para la contención de los migrantes centroamericanos que intentan ingresar a través de la frontera sur del país norteamericano.
«El uso de la fuerza para detener o dispersar migrantes de las caravanas debería ser evitado, incluyendo el uso de armas no letales», dijo en rueda de prensa la portavoz de la oficina, Elizabeth Throssell.
Además, la portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Andrej Mahecic, explicó que entre los migrantes centroamericanos «hay probablemente personas necesitadas de protección internacional» y que las personas que huyen de la violencia y la persecución «tienen derecho a pedir asilo».