Por: Natasha Vázquez
En momentos en que un rumor se propaga con más rapidez que cualquier virus gracias a internet, no es extraño que proliferen las noticias falsas y las teorías conspirativas sobre el nuevo coronavirus de Wuhan.
Ante el miedo real que provoca la epidemia, la fantasía echa a volar y se apoya hasta en supuestas profecías.
Varios sitios llamaron así la atención sobre una novela publicada en 1981, ‘Los ojos de la oscuridad’ en la que su autor, el norteamericano Dean Koontz, profetizó el brote.
«Un científico chino de nombre Li Chen huyó a Estados Unidos, llevando en un disquete una copia del arma biológica china más importante y peligrosa de la década. La llaman «Wuhan-400″, porque fue desarrollada en los laboratorios de RDNA cerca de la ciudad de Wuhan», se lee en la sinopsis del libro.
Entre los rumores que circulan figura precisamente ese, la posibilidad de que el nuevo virus se hubiera «escapado» de uno de los laboratorios que se encuentra bajo el control de los militares en la provincia de Hubei, así como de la supuesta muerte de uno de los científicos a causa de la enfermedad.
Hay medios que se han hecho eco de la teoría de que el SARS-CoV-2 podría haber sido creado por los Estados Unidos como arma bacteriológica de la guerra comercial desatada por Washington contra China.
Pero la realidad se impone de la mano de los científicos.
Ciencia contra mitos
Un grupo de profesionales médicos de nueve países publicó una declaración que condena los rumores de que la nueva cepa de coronavirus detectada en China tenga origen artificial.
«Nos unimos para condenar enérgicamente las teorías conspirativas de que la covid-19 no tenga orígenes naturales», dice el comunicado, publicado en la revista médica Lancet.
La nota señala que «científicos de numerosos países publicaron y analizaron los genomas del agente causal (de la enfermedad), el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2), y en su mayoría concluyeron que se trata de un coronavirus que tiene origen en la vida silvestre, igual que muchos otros patógenos emergentes».
«Las teorías de conspiración no hacen nada más que crear miedo, rumores y prejuicios que ponen en peligro nuestra colaboración global en la lucha contra este virus», subraya el texto.
La misiva expresa solidaridad con los científicos y médicos de China, que «continúan salvando vidas y protegiendo la salud global ante el desafío que representa el brote de la covid-19».
El comunicado está firmado por 27 científicos de Alemania, Australia, China, España, EEUU, Italia, Malasia, Países Bajos y el Reino Unido.
Respuesta desde la cuna del coronavirus
El Instituto de Virología de Wuhan, perteneciente a la Academia de Ciencias de China, publicó también una carta abierta en la que tilda de rumores falsos las acusaciones de haber causado la propagación del coronavirus y asegura que sus empleados «tienen la conciencia tranquila».
«Mirando hacia atrás este mes de enormes esfuerzos realizados por nosotros, podemos decir que nuestra conciencia está tranquila», dice la carta, agregando que sus trabajadores se encuentran a la vanguardia de la lucha contra la propagación de la neumonía covid-19.
El instituto señala que el rumor de que el virus se hubiese gestado en uno de sus laboratorios, y otros similares, afectaron gravemente la reputación de sus empleados y su trabajo, que tiene como objetivo combatir la epidemia.
«Nuestros colegas y estudiantes respondieron al llamamiento de nuestro instituto de investigación, rechazando voluntariamente las vacaciones, superando numerosas dificultades, observando estrictamente todas las reglas para prevenir y controlar la epidemia, así como para preservar la seguridad biológica del laboratorio», indica la carta.
El personal del instituto detalló las etapas de la investigación del nuevo coronavirus, que comenzó el 30 de diciembre, cuando se recibió una muestra de neumonía de origen desconocido de un hospital de Wuhan.
Los autores del mensaje hicieron un llamado a aunar los esfuerzos y hacer todo lo posible para resolver los problemas científicos y técnicos y poner fin a la epidemia.
Facebook rechaza las ‘fake news’
Por su parte, la red social Facebook anunció que está trabajando para eliminar las noticias falsas y así brindar información útil sobre el brote del coronavirus.
«Nuestra red global de verificadores de datos continúa su trabajo revisando el contenido y desacreditando las falsas afirmaciones que se están propagando relacionadas con el coronavirus», informó Facebook en un comunicado.
Asimismo, sostuvo que cuando califica a la información como falsa, se limita su difusión en Facebook e Instagram y envía alertas a las personas que ya han compartido el contenido.
También afirmó que comenzará a eliminar contenido que tenga afirmaciones falsas o teorías de conspiración.
«Esto incluye reclamos relacionados con curas falsas o métodos de prevención, como beber lejía para curar el coronavirus, o reclamos que crean confusión sobre los recursos de salud disponibles. También bloquearemos o restringiremos los hashtags (etiquetas) utilizados para difundir información errónea en Instagram», agregó.
China alerta
El propio Gobierno chino alertó de la propagación de rumores falsos sobre la epidemia que azota al país asiático desde finales de 2019.
«Tomamos nota de algunos rumores y mentiras sobre el brote de la enfermedad, que son peor que el propio virus», dijo a la prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Hua Chunying.
Hua recordó que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus, también llamó a no creer en los rumores.
«En algunos países los organismos gubernamentales ya toman medidas para sancionar a los que fabrican y difunden rumores», puntualizó la portavoz.
La diplomática recalcó que la Comisión Nacional de Salud de China y el Departamento de Salud de Wuhan ofrecen un informe diario sobre la enfermedad con datos actualizados.
«El manejo responsable y la transparencia de China, así como sus medidas firmes en la lucha contra la enfermedad fueron reconocidas por la comunidad internacional», apostilló.
Mientras tanto, el SARS-CoV-2 sigue su cosecha macabra con 75.700 contagios y 2.129 muertos por el virus en 30 países, sin que hasta el momento se vislumbre una cura. Pero lo cierto es que la lucha contra esta epidemia, además de en los hospitales y los laboratorios, hay que librarla en los medios y las redes sociales con armas como la veracidad y la responsabilidad.