Si existiera una Biblia china, diría que al principio no había una palabra, sino una energía sexual, afirmó Alexéi Máslov, el profesor de la Escuela Superior de Economía, autor del libro ‘Batalla en sábanas de satén: la erotología china’.
La erotología china comenzó con el taoísmo, que apareció en los siglos V-III a.C. Los primeros tratados relacionados con la recuperación y la práctica meditativa tratan sobre la regulación de la energía sexual.
La importancia del erotismo en la cultura china no puede ser exagerada.
El Emperador amarillo, también conocido por su nombre chino Huangdi, el mítico antepasado de los chinos, obtuvo la inmortalidad a través de relaciones íntimas con muchas mujeres. En total, compartió la cama con 1.200 mujeres, después de lo cual «ascendió a la inmortalidad», dice uno de los tratados médicos.
El texto chino más antiguo sobre sexología conocido por la ciencia se llama Sobre la unidad del yin y el yang (He yinyang). Se remonta al siglo II a.C. y propone el primer concepto de regulación de la energía en el cuerpo humano.
Basándose en el análisis del texto, los científicos afirman que ya durante la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.) había escuelas especializadas donde los chinos aprendían el arte de controlar la energía sexual.
En el taoísmo el yin es la energía femenina, oscura, terrenal y fría. Por su parte, el yang es la energía masculina, ligera, celestial y cálida. Estas energías no solo llenan el mundo alrededor del hombre, sino también a sí mismo. El estado mental y la salud dependen de cómo se combinan las energías vitales. La medicina tradicional oriental se basa en mantener su equilibrio. Uno de los orígenes del universo en la tradición china es la energía sexual, que está regulada por la curación.
Cómo regular la energía sexual, según los tratados taoístas
Lo sexual es flexible, está conectado con el yin, y como consecuencia es peligroso, porque está asociado con la pérdida de energía. Un ser humano tiene que regularlo adecuadamente, y por primera vez aparece el concepto de «miedo a perder la energía sexual«.
Desde el siglo II a.C. y casi hasta la Edad Media, se ha ido desarrollando el concepto de mantener la energía sexual en el cuerpo humano. El propósito principal era sostenerla. Un hombre y una mujer deben intercambiarla, pero al mismo tiempo su representación física (el semen en los hombres y la sangre menstrual en las mujeres) no puede salir del cuerpo.
Por medio de mantenimiento de la sustancia energética en el cuerpo era posible lograr la longevidad, y en el futuro incluso la inmortalidad.
«Al discutir el arte del sexo en China, estamos hablando principalmente de medicina, simplemente no había otro aspecto», enfatiza Alexéi Máslov. «Es una paradoja: se pensaba que el sexo no era necesario para el placer, sino para curar, era un enfoque puramente instrumental», detalla el científico a Sputnik.
Sin embargo el placer servía como indicador de que una persona estaba haciendo tal o cual ejercicio correctamente.
En este sentido, la mujer era vista como una cura, y para cada enfermedad había una medicina, así como para cada etapa de la enfermedad había una concentración de la cura especial.
«Todas las técnicas eróticas fueron descritas como tomar pastillas: cuánto, cuándo, cómo comportarse antes y después», continúa Máslov. «De hecho, tenemos la receta», agregó.
El erotismo en China fue privado de nociones como el amor o el cortejo. Las prácticas sexuales en China pueden verse exactamente de la misma manera que el budismo o el taoísmo, como un sistema de iluminación espiritual a través de ciertos ejercicios, concluyó.