La capacidad del Covid-19 para seguir infectando depende de la superficie en la que se aloje, siendo una amenaza para la salud hasta 72 horas después de haber entrado en contacto con un objeto. La supervivencia del nuevo coronavirus varía según el tipo de material en que se haya depositado.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que la barra del metro deje de representar un riesgo si fue tocada por alguien con coronavirus? ¿Y durante qué lapso de tiempo puede ser una amenaza una encomienda que llega en una caja de cartón? ¿Y qué hay de las manija de la puerta, de los juguetes o de las barandas de madera de las escaleras? Depende.
Según un estudio recientemente publicado por el The National Institutes of Health, Princeton, y la Universidad de California, el Covid-19 puede durar al aire libre durante horas e incluso más.
«Este virus tiene la capacidad de permanecer viable durante días», explica el autor del estudio, James Lloyd-Smith, profesor adjunto de ecología y biología evolutiva en la Universidad de California, Los Ángeles, que investiga cómo surgen los patógenos.
Juguetes de plástico
A partir de investigaciones en laboratorio, el equipo científico determinó que el virus permanecía virulento en las superficies durante un largo período: desde hasta 24 horas en el cartón, hasta dos o tres días en otros materiales.
Algunos materiales parecen menos acogedores para el Covid-19. Por ejemplo, los científicos que realizaron este estudio comprobaron que el virus se mantuvo viable en el cobre durante sólo unas cuatro horas.
Otro dato que arrojó el estudio es que las partículas de coronavirus pueden permanecer en el aire hasta tres horas, tal como lo hacía el SARS, el coronavirus que causó un brote a principios de la década de 2000. Los investigadores utilizaron un aerosol para tratar de tender cómo el virus podía permanecer en el aire, como en un estornudo.
Las condiciones de estos experimentos en laboratorio no permiten obtener una idea exacta de cómo se manifiesta el riesgo de contraer el virus vida cotidiana, pero dan una pauta aproximativa de su comportamiento.
El próximo paso de este estudio consiste en observar cómo las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, afectan a la capacidad del virus para sobrevivir y contaminar.