El estudio incluyó a dos tipos de microorganismos, la Escherichia coli y la levadura, que fueron expuestos en un entorno 100% de hidrógeno donde su población fue próspera y se mantuvo estable.
La investigación liderada por la astrónoma Sara Seager ha demostrado que simples formas de vida podrían habitar en planetas con una atmósfera rica en hidrógeno. Esto motiva a que los telescopios de próxima generación puedan investigar la capacidad de albergar vida de los exoplanetas que cuentan con estas características.
“Definitivamente deberíamos agregar ese tipo de planetas al menú de opciones cuando pensamos en la vida en otros mundos y en realidad tratar de encontrarlos”, escribió Sara Seager, en un comunicado de prensa.
El estudio incluyó a dos tipos de microorganismos, la Escherichia coli y la levadura, que fueron expuestos en un entorno 100% de hidrógeno donde su población fue próspera y se mantuvo estable, debido a que los nuevos microbios que crecían en esta atmósfera simulada reemplazaban a los que morían. Esto ha demostrado que una atmósfera rica en hidrógeno no dañaría ni mataría ciertas formas de vida.
La autora principal y los coautores del estudio publicado en Nature Astronomy argumentan que hace miles de millones de años la atmósfera en la Tierra era muy diferente a la de ahora. Pues en ese entonces estaba compuesta de una variedad de gases, inclusive de dióxido de carbono, metano y una pequeña fracción de hidrógeno. El hidrógeno permaneció en la atmósfera por miles de millones de años hasta que llegó la Gran de Oxidación y la acumulación de oxígeno.
Actualmente, la pequeña cantidad de hidrógeno que aún queda es consumida por microorganismos que viven en condiciones extremas como las profundidades del hielo o inclusive en el desierto donde producen metano.
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