Por: Francisco Parada Walsh/
Dolor: Quisiera tener alas para alzar el vuelo a una nueva patria, no te merecemos madre patria El Salvador de qué, no te merecemos. Quisiera volar y volar y nunca volver atrás, a vivir del ayer, a vivir del no hay, a vivir del prestado. Quisiera alzar vuelo como un avión gigante, un zeppelín escuchando a Led Zeppelín, Álvaro Torres y la orquesta San Vicente y no volver jamás a pisar mi tierra cuscatleca, quisiera ser una zarigüeya voladora que lleva en su lomo a sus crías, a los pobres, a los niños y a los enfermos; no te merecemos madre patria, te despedazamos, te ultrajamos, te odiamos; ¿Por qué permitiste ser el vientre de una raza tan malvada?: Ya no puedo ver hacia atrás, solo debo volar y no volver a odiarte tierra bendita.
El Salvador de qué: Vete hijo mío si eso quieres, no soy quien te echo, quién te hace migrar, eres tú el que me deja herida, sangrante y llorosa; me duele ver a mis hijos marcharse, me duele, pero como madre tuya lo único que deseo es que seas feliz, que vivas en un lugar donde no te maten por robarte unos tenis, por robarte un celular, ¡Vete hijo mío, vete!
Dolor: Gracias madre patria, gracias madre azul y blanco por desearme lo mejor a pesar del daño que te hice, hago y haré, gracias madre.
Salvador de qué: Mi nombre era El Salvador pero era frustrante no salvar a nadie, un día fui al registro civil y después de un largo juicio de identidad adopté el apellido de Qué, pues es claro que no hago honor a mi nombre, ni yo misma me he salvado, ¡Menos podría salvar a siete millones de hijos naturales, porque de tu padre tengo apenas un recuerdo, era un español que se escapó de la cárcel, violento, me golpeaba cada vez que se emborrachaba, tenía que esconder a todos ustedes cuando ese tu tata venía bolo, ¡ese era tu padre!
Dolor: Gracias santa madre patria por dar tu vida por nosotros, pero no merecemos una madre como tú, mis hermanos mayores Libertad, Paz y Unión viven en sus mundos, día a día se llora la pérdida de libertad, la ausencia de paz y esa unión tan lejana, por eso me voy madre, para siempre.
El Salvador de Qué: Hijo mío, quise darles el mejor ejemplo pero algunos de tus hermanos tomaron el camino del vicio, del juego y la vagancia, hoy puedes verlos tirados en las cunetas, bolos como tu padre, pendencieros, violentos.
Dolor: Siento pena por ellos cuando los veo tirados en la calle, Libertad vive la mayor parte de su tiempo esclava de sus vicios; Paz vive en una guerra contra el mundo y a Unión solo le quedó el nombre.
El Salvador de Qué: Vete hijo, vete a un país lejano, fraterno, donde se ame al prójimo, se ame al pobre, se ame el mañana, se ame la justicia, el respeto y la verdad. No te detengo, poco tengo que ofrecerte, vuela, vuela alto pero no vuelvas, por mí no te preocupes que se cuidarme sola.
Dolor: Eso no te lo creo madre, porque si tú supieras cuidarte sola no habría tanto odio, maldad, injusticia y muerte entre tus hijos, eso no te lo creo. No sé el nombre del país pero eso no importa, te escribiré madre patria y cuando empiece a trabajar te mandaré siempre algún dinerito.
El Salvador de Qué: Gracias hijo mío pero no lo merezco, ¿Cuántos de mis hijos se fueron en busca de ese sueño de ayudarme?: Son millones y nada ha cambiado, todos me envían dinero pero como viene se gasta, todo es caro hijo mío y lo será más, en unos días todo será imposible de comprar, por eso, ahorra tu dinero, no lo malgastes en vicios para que no tengas que regresar a mi regazo.
Dolor: No digas eso madre patria, no lo digas; aunque viva en otro país nunca, nunca te olvidaré si soy lo que soy gracias a ti, me hiciste un hombre de bien y siempre te llevaré en mi corazón.
El Salvador de qué: No fue fácil hijo mío criar a siete millones de hijos pero como pude siempre luché para que no les faltara nada pero te fallé, mira a tus otros hermanos, tienen nombres de santos y de nada sirvió, Nuestra Señora de Santa Ana se casó con un hombre rico y se olvidó de mí, San Miguel Arcángel se vio involucrado con los escuadrones de la muerte; San Vicente Ferrer sufre cuando el cielo llora, cuando la tierra tiembla y tu hermano mayor El Divino Salvador del mundo tan mala suerte tuvo que perdió la cabeza cuando la tierra tembló.
Dolor: Ya no sigas madre patria, he sido un mal hijo y no merezco tu cariño, me iré lejos para no verte sufrir, te amo más de lo que te imaginas pero ya vivir en tu corazón es un imposible, no se puede madre patria, no se puede, debo abandonarte, ya no puedo vivir en tu tierra madre patria querida, no hay paz, no hay unión ni libertad. Te amo madre patria sagrada pero solo espero la llamada del coyote y alzaré vuelo sin retorno.
El Salvador de qué: Te doy mi bendición querido hijo, querido dolor.
Dolor: Madre patria, te dedico esta profética canción: Ayer tuve un sueño, fue sensacional El Salvador vivía en paz; nadie pensaba en engañar pues existía la amistad, nunca he soñado nada igual; soñé que todo era verdad y respiré felicidad, sentí calor al verme ahí y me asombré de lo que vi. Ayer tuve un sueño que poco duró, como era muy bueno pasó, quisiera hacerlo realidad y cuando me sentía soñar procuraré no despertar…