Ecuador. Andrés Arauz: «Tenemos el desafío de llegar a la presidencia en medio de una feroz persecución política»

El joven economista lidera la fórmula del frente Unión por la Esperanza (UNEN), acompañado por el exmandatario Rafael Correa.  Una apuesta al recambio generacional. 

Por: Juan Manuel Boccacci

El partido de Rafael Correa pateó el tablero electoral al presentar a su candidato a presidente. La elección de Andrés Arauz, economista de tan sólo 35 años, es la gran apuesta del frente Unión por la Esperanza (UNES) para ganar las elecciones del 7 de febrero. Arauz fue director general del Banco Central de Ecuador además de ocupar otras cargos en la administración pública durante las presidencias de Correa. Ya con Lenín Moreno en el Ejecutivo, se volcó a la actividad académica. El economista, doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicó artículos lapidarios criticando el avance del FMI durante el gobierno del exaliado del correísmo. El candidato buscó desmarcarse de posibles comparaciones con Moreno. “Necesitamos fortalecer el poder ciudadano para que el pueblo no vuelva a permitir que exista otro traidor”, sostuvo Arauz

Arauz responde corto y conciso. Sabe que no le queda mucho tiempo para hacerse conocer por el pueblo ecuatoriano. El economista llegó a la candidatura en medio de una avanzada judicial que marginó del proceso electoral a referentes históricos del correísmo. En paralelo su compañero de fórmula, el mismísimo Correa, no puede acompañarlo en su recorrida por el país. El expresidente espera en Bélgica que el Consejo Nacional Electoral (CNE) acepte su candidatura a vicepresidente. Una vez inscripto podrá volver bajo el resguardado de fueros políticos. Mientras tanto Arauz se presenta como el “perfecto desconocido” de la política ecuatoriana.

-Buena parte de la población ecuatoriano no lo conoce. ¿Por qué lo eligieron como candidato?

-Los compañeros analizaron muy bien lo que vivimos con Moreno: tuvimos un candidato que ganó y ahora está destruyendo el país. Mi figura representa que podemos tener un buen candidato y garantizarnos una buena presidencia. Además estamos apostando por un recambio generacional no sólo del proyecto mismo de la Revolución Ciudadana, como denominamos al proceso inaugurado en 2007, sino de la política ecuatoriana en su conjunto. La propuesta de los compañeros significó darme mucha confianza. Y decidí asumir el reto.

-¿Va a convertirse en un nuevo Moreno?

-Moreno tiene una enorme falta de conciencia histórica que atentó contra el desarrollo de nuestro país. Los compañeros vieron en mí no sólo una vida entera de vocación de servicio y alguien bien formado, sino que además consistencia en término de mis principios y valores. Y por eso no creo que deban preocuparse de una nueva presidencia “a lo Moreno”.

-¿Pensaron en la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner cuando armaron su candidatura?

-Creo que la comparación es inevitable. Pero la diferencia para nosotros es lo encarnizado del proceso que está viviendo Rafael Correa. Existe una voluntad de excluirlo de la papeleta electoral y excluir a toda nuestra fuerza política. En Argentina el peronismo en su concepción amplia nunca estuvo amenazado como fuerza política. En Ecuador ese riesgo es mucho mayor. De ganar tendremos que asumir el desafío de llegar la presidencia en un contexto de grave persecución política.

-¿Está en riesgo la gobernabilidad si llegan al poder?

-A nosotros nos interesa recuperar la institucionalidad democrática que fue desbaratada por el gobierno de Moreno. En estos años se hicieron arbitrariedades como sacar a todos los jueces de la Corte Constitucional y cambiar reiteradamente el órgano encargado de nombrar magistrados. Nosotros tenemos que garantizar una verdadera independencia judicial. Para lo cual nos articularemos con el Relator Especial de Independencia Judicial de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Ese va a ser un pilar de nuestra gestión. El país no puede estar con venganzas ni revanchas. Tampoco con impunidad.

-Recientemente mencionó que estaba en peligro la realización de las elecciones.

-Lamentablemente sí. Nos preocupa que algunos vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE) hayan dicho que tal vez no va a haber dinero para las elecciones. Ya intentaron posponerlas para que la Justicia tenga tiempo y llegue a una sentencia firme contra el expresidente por la causa «Sobornos». Entonces sí, hay un riesgo real sobre todo a partir de esta semana. Nuestras candidaturas irrumpieron en el escenario electoral y generaron una especie de desesperación por parte de las fuerzas de la derecha.

-¿En que situación está la inscripción de su partido y la candidatura de Correa?

-Luego de que intentaran excluirnos, el partido Centro Democrático nos abrió las puertas para encarar las elecciones. Ahora se viene una fase de aceptación de las candidaturas que vamos a hacer en los próximos días. Luego tendremos que inscribirnos ante el CNE y esperar a que decidan si validan o no la inscripción de Correa. Vamos a luchar hasta la última instancia para que pueda ser candidato.

-Usted participó en la elaboración de informes sobre lo que fue el proceso electoral en Bolivia del año pasado. ¿Cómo harán para prevenir que no ocurra lo mismo en Ecuador?

-Aspiramos a tener un amplio apoyo internacional de todas las instancias de observación electoral. Además, queremos contar con la observación de diversos partidos políticos de América Latina. Pero tan importante como la participación externa es la interna. Queremos que participen todos los partidos del país.

-En los últimos años se dañaron instituciones regionales construidas por gobiernos progresistas, como la Unasur. ¿Van a buscar reinstalarlos?

-Para nosotros fue muy indignante que Moreno haya renunciado a que Quito sea la capital sudamericana de la Unasur. Eso es imperdonable. Un pilar de nuestro gobierno va a ser la integración regional. Si eso significa revivir o reconstruir una Unasur 2.0, perfecto, vamos a ir por ahí. Y si significa fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para que pueda tener un anclaje institucional, también vamos a avanzar en ese sentido.

– Tanto Argentina como Ecuador vivieron en estos años una nueva reapertura hacia los programas del FMI. ¿Cómo se puede revertir esa situación?

No necesitamos endeudarnos más con el FMI. Vamos a tener una posición absolutamente soberana con relación a ese tema. Formar un frente común con países como Argentina es imperativo para enfrentar a este tipo de organismos. Así como los acreedores se organizaron para ejercer más presión, los países también debemos coordinar nuestras acciones para poder representar en unidad a nuestros pueblos. Nuestra prioridad va a ser poner dinero en el bolsillo de las familias ecuatorianas, para poder luchar contra esta crisis. El gobierno de Moreno nos deja un país destrozado, con altos niveles de pobreza y hambre.

-¿Que cree que faltó durante las presidencias de Correa para que Ecuador no llegara a la situación actual?

-En el gobierno de Correa se construyeron fundamentos sólidos para poder plantear una senda de desarrolloQuizás el elemento que faltó, por la velocidad con la cual se avanzó desde el Estado, fue consolidar el poder popular. Avanzar en la construcción de una conciencia colectiva que pueda defender sus derechos sin que dependa exclusivamente de un gobernante. Nos comprometemos a profundizar una construcción política de abajo hacia arriba, para que el pueblo no vuelva a permitir que otro traidor lo gobierne.

 

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