Las deficientes medidas de protección social adoptadas por Estados ante la pandemia del COVID-19 pueden empobrecer a 176 millones de personas, declaró el relator especial de las Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos, Olivier De Schutter.
«La recesión económica, resultado de la pandemia, no tiene precedentes en tiempos de paz desde la Gran Depresión, dijo [De Schutter], y agregó que 176 millones de personas podrían caer en la pobreza si se utiliza una línea de pobreza de 3,20 USD / día», dice el comunicado publicado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh).
Es decir, existe la posibilidad de que se produzca un aumento en la tasa de pobreza de 2,3 puntos porcentuales en comparación con un escenario donde el mundo no tiene que esforzarse para combatir el COVID-19.
En total, 208 organismos jurídicos adoptaron más de 1.400 medidas de protección social para mitigar el impacto negativo de la pandemia del COVID-19, pero estas iniciativas «están llenas de agujeros», se desprende del informe realizado por De Schutter.
«Estas medidas son generalmente cortoplacistas, la financiación resulta insuficiente y muchas personas inevitablemente han quedado en el olvido», señala la nota.
El relator especial explicó que muchas personas que sufren de pobreza extrema resultan excluidas de las medidas adoptadas por los Estados para apoyar a sus pueblos en la lucha contra el COVID-19.
«Numerosos programas también requieren que las solicitudes se completen en línea, lo cual de facto excluye a amplios grupos de la población sin acceso a Internet o con bajas competencias digitales», puso De Schutter como un ejemplo.
Otros grupos que a menudo no están abarcados por los planes de protección social son migrantes, incluidos los indocumentados, trabajadores informales o en situación precaria e individuos sin domicilio permanente, se desprende del comunicado.
«Existen 1.600 millones de trabajadores informales y 400 millones de trabajadores en situación precaria en todo el mundo, lo que representa el 61% de la fuerza laboral mundial», dice el texto.
De Schutter urgió a los líderes mundiales a elaborar y adoptar medidas de protección social guiadas por principios de derechos humanos y más efectivas en la «erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades».