Por: Yamila Berdaye
Este oficio obliga a buscar, seleccionar y sintetizar información, a veces tan profusa como difícil, en este caso con la benevolencia de los neurocientíficos. Allá vamos. Las fuentes consultadas refieren que la dopamina es un neurotransmisor fabricado por el organismo a partir de la tiroxina –aminoácido aportado por la alimentación- y las neuronas que la contienen se encuentran en varias zonas del cerebro: el hipotálamo, la sustancia negra, la corteza cerebral y el sistema límbico. Está relacionada con el desarrollo de las adicciones y asociada a los mecanismos de recompensa del cerebro. Las drogas, al igual que el alcohol y la nicotina, promueven su liberación.
Pero ella no solo se vincula a las sensaciones placenteras, sino también a la coordinación de los movimientos musculares, la toma de decisiones, la regulación del aprendizaje, la memoria, la curiosidad, la motivación… De manera que ser tímido o extrovertido, inseguro o confiado en sí mismo, miedoso o valiente, tranquilo o con tendencias al estrés, de alta o baja capacidad de concentración… tendría que ver con la cantidad de este neurotransmisor que contenga la amígdala cerebral. Se dice que está presente en la pasión por el riesgo, más fuerte en la etapa de la adolescencia, así como que las personas obesas tienen menos receptores de dopamina en su cerebro y por eso, para compensar ese déficit y sentir la satisfacción, necesitan comer más.
Un artículo publicado en la revista PLoS ONE plantea que los sujetos creativos tienen menos densidad de receptores D2 de dopamina en el tálamo, una zona del cerebro que filtra los estímulos recibidos. Ello facilitaría que no pasen inadvertidas algunas señales, aumente el flujo de información hacia el órgano pensante y se establezca una buena conexión entre los conceptos. La dopamina también controla la permanencia de la memoria. “Si creemos que lo aprendido es importante, la dopamina activa al hipocampo para que se archive”, explican los referidos investigadores.
Un equipo del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, afirma haber descubierto la causa de que algunas personas sientan el bienestar y la energía del ejercicio físico, y otras no. Se trataría, según estos investigadores, de que todas estas actividades van a liberar dopamina en el cerebro, y ella es uno de los mensajeros alegres que induce la sensación positiva; pero cuando su función disminuye, se pierde ese anestésico natural y sobreviene el estrés.
Publicaciones del portal digital Infomed refieren que estudiosos de la Universidad de Barcelona y del Ciber de Enfermedades Neurodegenerativas, han descubierto una nueva función de la dopamina en la glándula pineal, implicada en la regulación del sueño. Otras novedosas investigaciones la han identificado entre algunas sustancias responsables de la química del amor…