Según el Ministerio Público, el tribunal hizo una interpretación errónea de la prueba, que fue admitida pues cumplía los requisitos legales y debió ser tomada en cuenta para establecer la responsabilidad civil.
Jorge Cortez, jefe de la Unidad de Investigación Financiera, señaló que a través de Costa Rica fueron depositados al menos 10 millones de dólares procedentes de Taiwán en cuentas del exmandatario.
Las autoridades fiscales también desmintieron la versión del tribunal sobre la presunta presentación de una fotocopia de las pruebas documentales, pues la embajada del territorio chino envió un original.
‘El Tribunal afirma que Fiscalía quiso probar los proyectos con una fotocopia, lo cual no es real, ya que la correspondencia emitida por la embajada es original, con firma y sello de la embajada’, señaló Cortez.
Esta apelación persigue impedir que quede impune un robo que indignó a la sociedad salvadoreña por lo burdo, pues Flores se apropió del donativo taiwanés para los damnificados de los terremotos de 2001.
Aquel donativo fue aprobado por el expresidente taiwanés Chen Shui-bian, condenado a cadena perpetua por corrupción y por sus millonarias regalías a gobiernos centroamericanos a cambio de reconocimiento diplomático.
Tanto Flores como los expresidentes Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica) y Alfonso Portillo (Guatemala) recibieron cheques de Chen a título personal y luego lo depositaban en fundaciones, en las que se perdía el rastro del dinero.
Flores donó la suma recibida al Instituto Libertad y Progreso, fundada por su antecesor Alfredo Cristiani, y a la escuela política de Arena, el centro ‘Antonio Rodríguez Porth’.
Este escándalo también salpicó al expresidente nicaragüense Arnoldo Alemán y a la panameña Mireya Moscoso, investigados por recibir millonarios regalos personales procedentes de Taiwán.