El Rey y el Bufón

Por: Francisco Parada Walsh*

Todo sucede en un país conocido por su gente mentirosa, es El Pinochini de América. Mientras  espero ser atendido en una lujosa barbería no pasa desapercibida una conversación entre risas y llantos que sostienen dos personas, bueno, totalmente opuestas en todo.

Dirigiéndose a un cliente que tiene el rostro pintarrajeado, unos grandes zapatos colorados y una nariz cual tomate es el Neurocirujano (Rey) quien pregunta  ¿Qué haces para ganar tan alto salario?

Bufón: Hago reír a la gente, la hago feliz.

Neurocirujano (Rey): No te entiendo ¿eres mimo, payaso o artista? o ¿Qué eres al fin?

Bufón: ¿Qué no me ves pintarrajeado? Soy el responsable de hacer reír a la plebe y a la corte imperial en El Salvador de los Ignorantes.

Neurocirujano (Rey): Explícame bien ¿Los haces reír o se ríen de ti?

Bufón: ¿Cómo se te ocurre decirme tal cosa? Gozan con mi talento, talento invaluable. Bueno y tú que tanto preguntas ¿A qué te dedicas?

Neurocirujano (Rey): Salvo vidas, opero el cerebro, columna, extirpo tumores y muchas cosas más.

Bufón: yo no salvo vidas, salvo mi pellejo, mi alimentación es muy muy fina, visto súper cool igual que mi “presi”, vivo mejor que el promedio de profesionales aunque detesto los estudios que no sirven ¡para nada!

Neurocirujano (Rey): Definitivamente eres afortunado, pues la mayoría de profesionales pasan sendas dificultades económicas, he estudiado más de 16 años y mi salario es de 605. 72 dólares  como jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Rosales;  te quitaré unos segundos, quizá unas horas para enumerarte todos los requisitos que cumplí para obtener esa plaza:

1-Post- grado relacionado al puesto de trabajo.

2- Post- grado en Salud Pública.

3-Doctor en Medicina con especialidad en Neurocirugía.

4- Especialidad básica en una de las ramas de la medicina/ Especialidad Médica posterior a una de las especialidades Básicas de la medicina.

5- Inglés (Deseable).

6- Desempeñando puesto de Médico Especialista en Neurocirugía, de 4 a 6 años (Deseable).

Bufón: Y ¿Tanto te pagan por saber eso?

Neurocirujano (Rey): No sé si tu comentario es una burla o hablas en serio, al final,  tanto tú como yo somos polvo en el viento.

Bufón: No es una burla, hablo en serio, siempre  he sido polvo en la nada y el polvo me ha gustado, me parece que deberían pagarte menos ya que para mí no haces gran cosa.

Neurocirujano (Rey): Realmente me pareces patético pero así las cosas, la vida es injusta y quizá alguna razón tengas, alguna; sin embargo las risas de mis pacientes y dar vida es lo que mi hizo aceptar este trabajo, bueno, debo aclararte, este no es un trabajo, es mi pasión y quizá me sea difícil de explicar y que entiendas; claro, te diré algo, mis conocimientos son eternos y tu risa tiene una brevedad en el tiempo, luego se convertirá en muecas y posteriormente en llanto, en aullidos, tristes aullidos.

Bufón: Yo vivo un presente loco, no ando pensando en el futuro, viví en el ahora, hoy, en el presente.

Neurocirujano (Rey): Tal vez tengas razón sin embargo mi presente permite cincelar un futuro mil veces mejor que el tuyo, ¿Sabes que es cincelar?, no dije sincerar; no te envidio ni por un momento pues lo que tengo en mi cabeza será mi forma de servir y de vivir, en cambio tú le quitas el futuro a los niños,  jóvenes  y adultos que dices servir, aunque cada vez me convenzo de que eres la persona ideal para ese puesto.

Bufón: Realmente poco me importa lo que dices pero aún estoy desconcertado con tu alto salario, quizá debes hacer otras cosas.

Neurocirujano (Rey): Claro que tengo más obligaciones y las cumplo con  ética, palabra esquiva en tu limitado vocabulario, te mencionaré a continuación mis demás obligaciones aparte de operar tres veces por semana, debo:

7- Planeación estratégica en salud.

8- Tener conocimiento de leyes que rigen la administración pública en materia de recursos humanos.

9- Manejar paquetes informáticos básicos (indispensable).

10- Tener competencia de gestión pública.

11- Tener compromiso con el servicio público.

12- Pensamiento analítico.

13- Orientación a resultados.

14- Orientación al ciudadano.

15- Impacto e influencia.

16- Tener gestión de equipo.

17- Trabajo en equipo.

18- Búsqueda de información.

19- Preocupación por el orden y la calidad. ¿Sabes contar hasta veinte para entender el drama que vive este país?

Bufón: Aun me asombro lo que te pagan, tu trabajo está sobrevalorado, demasiado; imagínate que yo gano $ 5, 500 pesitos al suave, viáticos, bonos, nave con motorista, gasolina para regalar vales a los cuates, celular astral, seguro médico privado y no me jodí lo que vos me estas contando.

Neurocirujano (Rey): Sabes una cosa, mientras estas disparidades existan este país nunca saldrá adelante, y no hablo solo por ti sino por todos los que te rodean, mandan un mensaje equivocado a una sociedad que pasa su vida jugando, dando vueltas de gato donde no importa la preparación académica sino la cherada, lo mismo de siempre, tanto que criticaron a los mismos de siempre y ustedes salieron “peor que los mismos de siempre”.

Bufón: ¡Que delicado estás flor! ¿Qué puedo hacer?: Disfrutar mi momento, así como a ti no te pusieron una pistola para aceptar tu trabajo lo mismo pasó conmigo; y no te pongas dramático  porque yo sea famoso, aquí es de aprovechar la piñata de billetes, sé que esto no tendrá un buen fin pero para mientras disfruto una buena vida, honestamente jamás imaginé vivir tan bien sin embargo hoy estoy en otro nivel, bueno, mi vida ha mejorado y lo que la plebe piense me tiene sin cuidado, ¿Qué te pasa? Si soy casi un héroe nacional, soy famoso, no me digas que no te gustaría mi vida.

Neurocirujano (Rey): Para serte honesto soy feliz operando, sirviendo, trabajando por salvar vidas; esto de ser médico es otra onda, algo que nunca, nunca entenderás y aun estás a tiempo de estudiar para cuando venga el tiempo de las vacas flacas, muy flacas, muy muy flacas  y sepas vivir de algo pues tu estancia en el sector nueve está garantizada. De repente el barbero llama al Neurocirujano (Rey), es su turno, de repente se escuchan llantos lastimeros, tristes cual aullidos de lobo; todos los clientes se voltean a ver, es el Bufón: llorando a moco tendido, no puede más, no puede contener el llanto, saca un “pañuelo cool” de su bolsa trasera, se limpia las lágrimas, se remanga una fina  camisa de marca Lacostilla del Pueblo y grita con todas sus fuerzas: “Tenes razón, odio el saber, odio todo aquello que sea para beneficio de otros, no puedo más, pondré inmediatamente la renuncia. Regresaré todo el dinero que me han pagado ¡No lo merezco! ¡Nadie del ejecutivo lo merece! ”. Todo sucede en un país cercano. Se escuchó un enorme trueno seguido de un terremoto que devastó a toda la pobre nación. Nacieron especies nuevas, no es Chernóbil, no,  es El Pinochini de América, dentro de esos especímenes hay variedad, mucha variedad, sub especies, micro especies y la nada en un átomo de mentiras y verdades.   Suena el despertador, No era una pesadilla. Es una realidad.

*Médico salvadoreño

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