Impuestos para leviatán

Por: Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Leviatán, demonio bíblico, según Thomas Hobbes representación del poder del Estado, para la Zoología, monstruo marino, ha cobrado vida en El Salvador: apetece los impuestos, que serán extraídos del dinero de los ciudadanos, amenazando consumir los recursos de la nación: tal es la perspectiva para el 2021, si no hay clara comprensión de la necesidad de controlar al presente Gobierno.

Es gracias a la economía dolarizada y a las remesas que se reciben del exterior, que el país tiene estabilidad: así, es necesario que exista un orden muy estricto en los controles bancarios, pues tal estabilidad, depende de un tercero, Estados Unidos. Relación que el presente Gobierno quiere romper.

Los gastos incontrolados de este 2020, realizados por el Gobierno, al utilizar el sistema bancario sin dar cuentas de dichos fondos, ha generado el mayor lavado de dinero, de la Historia de este país, pues abarca todo el presupuesto nacional normal, más el extraordinario para la pandemia. Utilizando la moneda de otro país, para su lavado y encubrimiento de fondos.

La orden de la Superintendencia de Entidades Financieras, de no cerrar cuentas sospechosas de personas señaladas de corrupción por Estados Unidos, hace oficial el lavado de dinero en este país. Ninguna consecuencia derivada de tales acciones, podrá ser buena en el futuro, pues sería para protegerse así mismo el Leviatán del presente Gobierno.

El anuncio de que el presupuesto 2021 será consumido en sólo cuatro meses y luego, se pedirá más deuda para financiar el resto del año, se debe a la voracidad de Leviatán, la cual la ha incrementado, la picardía en evadir los controles propios del sistema democrático y republicano.

Más deudas, en las condiciones actuales, ya no son posibles; ya no hay quien nos preste, a no ser que se hagan “desaparecer” $ 8,000,000,000 (ocho mil millones) de deuda para con los asegurados, y que se deben a las AFP. Por ello el Gobierno quiere cambiar el sistema de pensiones: absorbiendo así, la responsabilidad de su pago, permitiéndole tal maniobra realizar una limpia en la deuda del Estado, lo cual equivaldría a olvidar la deuda, pagándola por cuotas mensuales y luego, disminuir por “solidaridad”, las pensiones. Podría así bajar la deuda pública y, volverse a endeudar.

Para pagar tal ingente cantidad de dinero, será necesario que el Gobierno cobre más impuestos y nosotros, pagar más. La venta por “litros” y no en galones, es para que el “hecho generador” del impuesto, se multiplique por 3.78541en cada venta, lo que equivale a picardía, que genera un fraude de ley, que conduce a estafa, y que si no existen las instituciones que detengan dicha estafa, ésta se consuma: y el Leviatán nos aplastará con todo su poder.

El corte a la ayuda militar del país, es simbólica, pues implica que la función de la Fuerza Armada, como contralor último de la democracia y del sistema republicano, ha fallado, y su función en el combate al narcotráfico y las pandillas, ha sido nula.

La primera línea de defensa son los candidatos a elegir: es necesario votar por el de nuestra preferencia, aunque haya desacuerdos con la cúpula partidaria pues, aunque se llegue a tener mayoría opositora en la asamblea, el Leviatán del Gobierno, querrá imponerse con picardías, compra de voluntades o la fuerza.

Sólo la unidad nacional, puede augurar la contención de este demonio, que nosotros mismos hemos permitido crecer, desde su nacimiento con Saca y Funes, hasta desarrollarse plenamente con Bukele.

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