René Mauricio Mejía
La nueva gestión de la Asamblea Legislativa, para el período 2018-2021, será controlada por las fracciones de derecha, en tanto juntas tienen el 70 por ciento de votos, lo cual les podría permitir tomar decisiones ordinarias con 43 votos y las calificadas con 56 votos, desventaja con la que tendrá que lidiar el FMLN y el gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén.
Hay que decir que a la fecha la izquierda nunca tuvo esta ventaja; sin embargo su habilidad para la concertación y la construcción de consensos le permitió que teniendo la llave para las votaciones calificadas, las de 56 votos; logró impulsar la gobernabilidad del país con Gana, PCN, PDC en la actual legislatura y adicionalmente con Cambio Democrático en la anterior.
Ahora a partir del uno de mayo la situación es diferente, el PCN y el PDC, olvidando o renunciando a cualquier principio político e ideológico diferente que podrían sustentar sus bases con la derecha oligárquica; en una nueva modalidad disfrazada de tránsfuga, se han unido como fracción legislativa y entregado sumisamente a los brazos de ARENA, con quien han hecho un pacto formando el Bloque Legislativo de Derecha, que les permitiría tomar decisiones sin el concurso de las demás representaciones legislativas; ante esto, Gana, castigado y excluido por sectores recalcitrantes de ARENA, hace micos y pericos para no quedar fuera de esta negociación y utiliza la circunstancia de tener dentro de las fracciones de derecha, la llave para la votación calificada, situación que por ahora no parece interesarle al mencionado bloque; pero que más adelante a la hora de una votación podría cambiar el panorama.
Es bueno recordar que esta no será la primera vez que la izquierda se encuentra en desventaja frente a la derecha, la cual en el pasado reciente aprovechando sus mayorías privatizó empresas del Estado, aprobó tratados de libre comercio si consultar al pueblo, dolarizó la economía y en elecciones de segundo grado, eligió funcionarios de su preferencia; pero también hay que recordar que fue detenida en importantes proyectos como la privatización de la salud derrotada por las marchas blancas en una combinación de lucha organizada de masas y gestión parlamentaria.
Lo ideal en un sistema pluripartidista con vocación democrática es que las decisiones se tomen por la vía del consenso; eso es lo que ha practicado el FMLN; pero nuestra experiencia nos indica que ARENA no cree en esa modalidad de gobierno; por lo que el desafío que se impone a partir del uno de mayo es la organización y movilización popular en defensa y avance de las conquistas democráticas que no deben tener ningún tipo de retroceso.