Por: Francisco Parada Walsh*
Viene a mi mente un recuerdo cuando cursaba el internado y una compañera ante las exigencias académicas y que no podía faltar una llamada de atención en público fue que dijo: “Achís, yo lo que voy a hacer es ponerme mi cuerito con zipper hasta el cuello y untarlo de manteca para que me resbale todo” ¡Qué sabiduría de Amiga! Claro, con el pasar del tiempo ese cuerito se quita, se bota y quizá se deba guardar para volvérnoslo a poner ante alguna apremiante necesidad sin embargo que un ministro de salud aun conserve ese cuerito de marrano dice que todo lo que digan, hagan y piensen de él, ¡Le resbala! Habrán vulgares apelativos que describirían mejor esa indiferencia a la verdad pero a una persona que no le importa la muerte de más de sesenta médicos y más de doscientos miembros del personal de salud solo dice que es una persona tan indolente y sin una pizca de empatía para con su gente pueda seguir en un cargo público.
Veamos, ¿Será que en el sector nueve del penal “La Desesperanza” mejor conocido como Mariona le permitirán usar el “Cuero de marrano”? Lo dudo pues ex presidentes demuestran la derrota en sus cachetones rostros cuando hacen su ingreso y luego se les puede ver en un franco deterioro; quiere decir que el cuero de marrano solo sirve en este mundo de poder ficticio, el dinero nubla a cualquiera, ese poder transitorio donde el ego se columpia como un niño feliz, y el dueño del cuero de marrano parece olvidar su fragilidad humana y quizá deba aprovechar, tomar todo lo que se pueda a manos llenas y luego prepararse cuando llegan a quitarle propiedades y cuentas bancarias.
El ministro de salud asumió un cargo para el que no estaba, está ni estará preparado, nada de que extrañarse en la tierra de Dalton, nada y una vez dentro del cuero de marrano toma poderes casi divinos donde se olvida lo esencial: Vivir para servir, de ahí todo es mentira ¡todo es una farsa! Nunca he conocido a un funcionario que no funciona como el actual ministro de salud que demuestra tan poca empatía y respeto por sus colegas fallecidos; de hombres es apersonarse a un entierro, saludar a los deudos, luchar por que se les dé el dinero del seguro de vida sin embargo definir hombres solo porque así aparece en la partida de nacimiento de este dueño del cuero de marrano es algo equivocado, ahí se define el sexo, aspirar a hombres como tal no es para todos.
La única prioridad es mentir, saquear a este país ¡No hay más, todo es una farsa! Pues las evidencias gritan frente a nosotros que estamos ante la peor calamidad que el país pueda haber sufrido en su historia, el terrible virus Covid-19 es un niño de teta ante esta sarta de mal vivientes que vieron a este desnutrido paisito como un botín, todo es agarrar del buche a El Salvador de los cueritos de marrano y sacarle hasta las monedas.
Cuando Saca y sus famosas compañías viriles saquearon más de tres cientos millones de dólares no se daba crédito a lo sucedido, luego aparece Funes y el alumno supera al maestro, ahora viene el mesías y pide quince millones contantes y sonantes al Banco Central de Reserva, dinero que supera los tres mil millones de dólares y aquí no ha pasado nada, al contrario, todo un ejecutivo pidiendo un presupuesto para el 2021 que según ellos lo gastarán en cuatro meses y a todo esto sin rendir cuentas de esos miles de millones que nadie sabe su paradero, así las cosas.
Puede perfectamente el ejecutivo renunciar y que tome tal decisión todo su gabinete, dinero ya tienen, algún equivocado saldrá capturado pero quererse perpetuar en un poder cuando ya quebraron la economía no es normal.
No sé si el ministro dueño del cuero de marrano será un sujeto libre o un vulgar delincuente sin embargo no la tiene fácil pues sino recibe una senda reprimenda y castigo en esta tierra por haber masacrado a cientos del personal de salud será en el mas allá, donde el cuerito de marrano no lo salvará pues cada miembro del personal de salud saldrá de sus santos sepulcros para inculparlo, llevarlo a juicio y condenarlo no a muerte, sino que viva errante, enloquecido y que el dinero saqueado no le sirva para nada, para nada; quizá así este ministro dueño del cuerito de marrano sepa el daño que causó a mi gente y que no tuvo la ética ni la dignidad de cumplir ni por cerca el Juramento de Hipócrates.
*Médico salvadoreño