La escritora Maryse Condé recrea en su novela La deseada “una genealogía de mujeres que luchan heroicamente, generación tras generación, por desplegar sus alas y conquistar su derecho a la porción de felicidad que nos es debida a todo ser humano”, afirma Martha Asunción Alonso, traductora al español de la última obra recientemente publicada por Impedimenta.
Agreste, como el paisaje, así es la sobrevivencia de las mujeres en la pequeña isla en las Antillas, que da nombre a la novela publicada originalmente en francés en 1997 como Desirada, ganadora del Prix Cerbet de la Caraïbe.
En entrevista con La Jornada, Alonso (Madrid, 1986), poeta y experta en la autora de lengua francesa, consideró que la obra “tiene bastante de cruzada, epopeya o narración épica en femenino”.
Maryse Condé, nacida en el archipiélago antillano de Guadalupe en 1937, ha destacado por sus relatos poderosos que escudriñan la vida de las mujeres, el colonialismo y la negritud, pero sobre todo la búsqueda de identidad que la convirtió en nómada. Su deambular fue del Caribe a París, luego en África con su paso por Guinea, Ghana y Senegal. Continuó por Estados Unidos y el Reino Unido. A los 83 años ha encontrado un punto de aterrizaje en un pueblo pequeño en la Provenza, en Francia.
Lucha por la diversidad
“Siempre ha luchado, en su literatura y en la vida, por el reconocimiento de la inabarcable diversidad humana como el tesoro que es. También por la conservación de la memoria histórica de la esclavitud”, es la observación de la traductora de las otras dos novelas que ha publicado Impedimenta: Corazón que ríe, corazón que llora y La vida sin maquillaje. “El hecho de que en 2001 Francia reconociera al fin que la esclavitud había sido un crimen contra la humanidad tiene mucho que ver con Maryse Condé”.
Martha Asunción Alonso expresa que traducir a “una creadora con una voz tan personal y permeable a aportes de toda procedencia es un viaje apasionante. En ella se imbrican idiomas, músicas, ritmos y sustratos culturales que nos hablan de la vida nómada y del espíritu abierto, tolerante y humanista de la autora. Es un gran reto dar a escuchar, ver y sentir todo ese imaginario híbrido en la versión española”.
En 2018, cuando Condé fue reconocida con el Nobel alternativo de Literatura (surgido después de la suspensión ese año del premio que otorga la Academia Sueca, envuelta en un escándalo de acoso), Alonso le dedicó un artículo, en el que describió: “En su inconfundible universo narrativo abundan las mujeres nómadas, maltratadas por los ciclones de la vida, que se doblan sin llegar nunca a romperse del todo”.
En los años siguientes, el nombre de la escritora guadalupeña ha aparecido en las apuestas entre las favoritas al Nobel de Literatura, lo cual le ha dado mayor notoriedad y difusión. “Sin duda estos reconocimientos han servido para que su trabajo cale más entre el público”, responde Alonso, quien ha dedicado varios artículos y su tesis doctoral a la escritora antillana.
“En su tierra natal hay un centro escolar con su nombre y se debate también rebautizar el aeropuerto.”
El encuentro de la traductora e investigadora madrileña ocurrió mientras vivía como profesora de español en Trois-Rivières, un municipio de Guadalupe. “Entonces yo recorría las librerías de las islas en busca de libros escritos por mujeres locales que me ayudaran a entender el contexto que me rodeaba, por una parte, y a aceptar con orgullo el bagaje de mi propia diferencia, por otra. Me sorprendió no encontrar demasiado, aparte de Condé. Desde entonces, sus historias no han dejado de acompañarme”.
La esencia de la escritura de Maryse incluso ha inspirado la poesía de Martha Asunción Alonso, reconocida en 2018 con el Premio Carmen Conde por su libro Balkánica. El libro La soledad criolla (Premio Adonáis) fue escrito durante la estancia en Guadalupe en 2012. “Es un poemario que tiene mucho de angélico: lo escribí ante el deslumbramiento y el pavor que me generó aquella experiencia vital cargada de desarraigo, ciclones y distancias”.
En sus páginas “hay un poema dedicado a Condé, y a todas las ancestras pioneras que tuvieron el coraje de allanarnos el vuelo a las que venimos detrás”.
La deseada, que ya está disponible en librerías en España, comenzará a circular en unos meses en México, aunque ya se puede adquirir su versión digital en la librería virtual de Jeff Bezos.
“Excepto la felicidad, nada es esencial”, abre Maryse Condé su novela, recitando la música de Martinica, isla caribeña.
Tomado de La Jornada