En medio de las montañas del norte de Laos se encuentra uno de los mayores misterios de la arqueología. El sitio, conocido como el Páramo de las tinajas, contiene miles de grandes vasijas de piedra, esparcidas a lo largo de unos 50 kilómetros cuadrados, en una formación aparentemente aleatoria.
El lugar se convirtió en Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2019, pero los arqueólogos han pasado años tratando de descifrar el propósito y la historia del origen de estos recipientes megalíticos, que miden entre uno y tres metros de altura y pueden pesar hasta 14 toneladas.
Una nueva investigación publicada en PLOS One en marzo muestra que probablemente se usó como zona de entierros durante mucho más tiempo del que se sospechaba. Aunque las tinajas en sí podrían tener más de 3.000 años, el análisis de restos humanos sugiere que las personas fueron sepultadas junto a estos objetos hace unos 700 u 800 años.
El estudio involucró varias misiones de excavación a cuatro sitios en las laderas de las montañas de Laos. Durante su último viaje, en febrero de 2020, el equipo internacional descubrió rápidamente más sitios de sepultura humana y recolectaron muestras para su análisis posterior.
Utilizando una variedad de técnicas, incluida la datación por radiocarbono, los expertos llegaron a la conclusión de que las tinajas se colocaron en el páramo ya a fines del segundo milenio a. C.
“Directamente debajo de un recipiente, teníamos un rango de fechas de 1350 a 730 a. C., y debajo de otro teníamos de 860 a 350 a. C.”, detalló el líder de la investigación, Shewan y O’Reilly. “Creo que vamos a encontrar un rango de fechas a medida que continuamos con el análisis”.
Estos datos harían que las vasijas de piedra sean mucho más antiguas que la mayoría de los entierros a su alrededor, aunque será necesario llevar a cabo más investigaciones para correlacionar las edades de las tinajas con los restos humanos en los mismos sitios, agregó O’Reilly.
Es posible que los recipientes siempre se hayan utilizado para entierros y que los científicos solo hayan logrado encontrar pruebas más recientes, pero todavía no se puede descartar otras teorías.
Fuente: (RT)