Por Ana Mónica Rodríguez.
Ernesto es uno de muchos integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que sueñan con luchar por un país mejor, pero esta vez sin armas; sin embargo, después de 52 años de conflicto armado, el grupo guerrillero está a punto de llegar a un acuerdo a cambio de la posibilidad de participación política y mejoras sociales.
El documental Colombia fue nuestra (Colombia In My Arms), escrito y dirigido por los filandeses Jenni Kivistö y Jussi Rastas, toma forma cuando el grupo guerrillero firma los Acuerdos de Paz, en 2016, época en que la pareja de realizadores estaba en ese país.
En realidad, “este proyecto surgió por casualidad porque estuvimos ahí en ese tiempo. Tuvimos la oportunidad de viajar a un campamento guerrillero y filmar, pero no sabíamos exactamente lo que íbamos hacer. Pronto nos dimos cuenta de que valía la pena” la realización del largometraje, explicó Kivistö.
La guerrilla, retomó Rastas, “nos dio cuatro días para grabar, pero al final pasamos un mes con ella; la estancia se extendió, pues estuvimos algunos otros meses en el área rural, así como en el campamento. En realidad no fue difícil estar ahí, porque nos ganamos la confianza” de la gente. Otro factor que los directores consideran que contribuyó a su aceptación fue su condición de extranjeros, dado que no representaban amenaza.
La idea original, coincidieron los finlandeses, “era realizar un trabajo poético, tranquilo y bello sobre la capacidad del ser humano para convivir y compartir el país después de décadas de conflicto armado. Sin embargo, y a pesar de la firma del acuerdo de paz, la atmósfera se tornó difícil en las áreas rurales como en las ciudades, comenzó a intensificarse. Había una clara oposición al acuerdo y se podían ver sucesos en la sociedad que ya no eran tan pacíficos”.
Pero, lo cierto, es que “era claro que íbamos a crear un documental polifónico, con voces muy diversas, de varios lados de la sociedad colombiana, como resultado de un proceso orgánico de extenso trabajo, buenos contactos y afortunadas coincidencias. Nos encontramos cerca de personas que se oponían entre sí, pero que estaban muy abiertas a discutir asuntos delicados con cineastas extranjeros”.
Testimonios y personajes
De los testimonios y personajes que aparecen en el documental, “muchos ya han muerto”; pero además de Ernesto, quien da sus primeros pasos en la política y vida normal, aparece una apasionada congresista de derecha y un aristócrata descendiente de los conquistadores españoles que desean rescatar al país de las FARC; al tiempo que se recrea que los campesinos cocaleros podrían salir de la pobreza, pero sólo si el acuerdo de paz es respetado.
“Entrevistamos como a 30 personas; la mayoría no aparece. Buscamos a quienes eran los protagonistas; los guerrilleros están ahí, su oposición en el congreso, pero también los cultivadores de coca. No teníamos planeado que estos últimos formaran parte del documental, pero eran alrededor de 70 mil familias, tan sólo en esa área en que filmamos”, recordó Rastas.
Otro aspecto que llamó la atención de los realizadores, fue que entre los guerrilleros, “las mujeres son casi la mitad de ellos; me pareció interesante que no había roles de hombre y mujer, ellas también eran guerrilleras con armas; en ese tiempo que estuvimos ahí no vi que estuvieran marcados los géneros en el sentido tradicional”.
Colombia fue nuestra “es un retrato íntimo, duro y sincero sobre personas en los puntos extremos de la sociedad colombiana, pero también una reflexión acerca del poder, de quién puede tenerlo y qué tan difícil resulta cuando se asocian el dinero y el poder. Hay bastantes problemas de fondo, existe un desequilibrio y faltan oportunidades en las áreas rurales”, destacó Kivistö.
De hecho, prosiguió, “en este mismo momento la gente está protestando. Es una democracia, pero no hay suficientes formas de cómo llegar a una democracia real, pues no existe una participación garantizada políticamente para los más vulnerables”.
Colombia fue nuestra, que se ha presentado en diversos festivales y ha recibido múltiples premios, se encuentra disponible en Docs.enlinea.com, además de Apple Tv, Vimeo, Google Play y Mowies.
Fuente: La Jornada.