Una vez iniciada las inmunizaciones para el COVID-19, los individuos vacunados piensan que ya es hora de dejar el uso de la mascarilla facial. Pero, ¿Cuál es el problema inicial sino no se continua su uso? ¿Hasta cuándo debo llevar este elemento de protección personal?
Inicialmente la vacuna necesitaría las dos dosis completas más las tres semanas posteriores a la última dosis de la vacunación para despertar los mecanismos inmunes, los cuales nos ayudarían a defendernos del virus. Ya que el SARS-CoV-2 se quedará circulando o endémico, término que se aplica desde el punto de vista epidemiológico, las personas seguiremos expuestas al virus. Para que se despierten los mecanismos inmunes el virus debe replicarse en el sistema respiratorio como lo hace normalmente durante la infección inicial.
No obstante, en las personas vacunadas el tiempo de permanencia en el sistema respiratorio será más corto. Además, la cantidad de virus será menor comparada con personas no vacunadas o de aquellas que desarrollaron inmunidad natural por la infección.
Sin embargo, a pesar de estar vacunados para COVID-19, las personas pueden potencialmente diseminar el virus, especialmente durante contactos estrechos y en espacios cerrados, razón por la cual aún debemos usar las medidas de protección personal y el distanciamiento comunitario.