Anthony Fauci, principal consultor médico del presidente Joe Biden, alertó esta semana que Estados Unidos está yendo en la «dirección equivocada» para frenar la nueva ola de coronavirus en el país, que viene en ascenso en las últimas semanas por la expansión de la variante Delta y la resistencia a vacunarse que presentan algunos sectores de la población.
«Es realmente una pandemia entre los no vacunados, por lo que es un problema predominantemente entre ellos, esa la razón por la que estamos ahí, prácticamente suplicando a las personas no vacunadas que salgan y se vacunen», explicó el virólogo durante una entrevista para la cadena CNN.
Consultado sobre la posibilidad de que Estados Unidos pudiera volver a registrar picos de hasta 4.000 muertes diarias por coronavirus, ante la expansión de la variante Delta, volvió a insistir en la importancia de la inmunización: en caso de llegar a esas cifras, explicó, los mayores perjudicados serían los no vacunados, que equivalen aproximadamente a la mitad de la población.
«No estoy seguro de si este sería el peor de los escenarios posibles, pero no va a ser bueno; vamos en la dirección equivocada«, señaló Fauci, quien no descarta la posibilidad de suministrar una tercera dosis de la vacuna, principalmente a personas en situación de riesgo, ya que el creciente aumento de reinfecciones en aquellos que tienen la pauta completa de inmunización «podría» llevar al país «en esa dirección», opinó.
Hasta la fecha, según los datos de la red estatal de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hay 30 estados que tienen la mitad de sus residentes sin vacunar.
En ese marco, el consultor médico de Biden defendió la decisión de algunas autoridades locales, como las del condado de Los Ángeles, que decretaron el uso obligatorio de tapabocas en espacios cerrados. Directrices de este tipo «no son incompatibles» con las de los CDC ya que responden a una cuestión de «prudencia», sostuvo el funcionario, en referencia a expresiones recientes de la directora de los CDC, Rochelle Walensky, quien volvió a recalcar que no es necesario que las personas vacunadas utilicen la mascarilla (aunque reconoció que hacerlo conlleva «algunas ventajas»).
La semana pasada, Estados Unidos contabilizó los peores números de contagios y muertes por coronavirus en los últimos tres meses, con un aumento de los casos semanales cuatro veces mayor con respecto a junio. Desde el comienzo de la pandemia, el país acumula 34.285.360 infecciones y 609.870 decesos.
Fuente: Página/12