El Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora se conmemora cada 25 de julio, desde 1992, con el objetivo de visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a erradicar el racismo y la discriminación.
El Ministerio de Cultura a través de las Direcciones Generales de Multiculturalidad y de Género y Diversidad conmemoró el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, en el municipio de San Alejo, La Unión, esta semana.
Para la ocasión, se impartió un taller lúdico de elaboración de muñecas Abayomi, en el cual participaron mujeres, niñas y niños que se enorgullecen de su afrodescendencia.
El taller fue impartido por la antropóloga Marielba Herrera, con el apoyo de la encargada de Desarrollo de Pueblos Indígenas y Afrodescedientes, Karla Irigoyen, quien, auxiliada por un barco de papel y unas muñequitas Abayomi, narró el origen de la tradición.
Las muñecas Abayomi toman su nombre de una palabra de origen yoruba y fueron creadas por mujeres africanas esclavizadas que viajaban en los barcos con destino a los puertos de América.
“Esta muñeca recuerda aquellos barcos esclavistas que traían a hombres, mujeres, niños y niñas forzadamente. Venían en condiciones infrahumanas, muchos niños y niñas fueron separados de sus familias. Ante la angustia y la desesperación que tenían, las mujeres empezaban a romperse la ropa y hacer muñecas para distraerlos de esas terribles condiciones”, agregó Herrera, especialista en el tema de afrodescendencia.
“Abayomi es una palabra en idioma yoruba que quiere decir ˈencuentro preciosoˈ; en este taller vamos a elaborar muñecas de tela sin necesidad de hilo y aguja, todo se hace con nudos que tienen un significado especial: el nudo mayor es la cabeza y los nudos superiores e inferiores son los pies y las manos”, dijo la antropóloga.
De esta manera comenzó la elaboración de nudos que pronto tomaron forma de muñecas, las cuales fueron vestidas según el gusto de cada participante.
Al finalizar, se hizo un círculo con todas las muñecas, el cual representa, en palabras de Herrera, la unidad y el apoyo mutuo: “Si una está bien, todas estamos bien”.
“Agradezco mucho al Ministerio de Cultura porque gracias a eso aprendemos de la historia de las mujeres de África, lo que ellas vivieron, lo que pasaron, es muy triste, y esto de las muñequitas nunca lo había hecho, es una nueva experiencia para mí y gracias a eso nos damos cuenta de lo que pasó”, opinó Raquel Flores.
En San Alejo viven muchos afrodescendientes porque ahí llegaron personas africanas esclavizadas, otras, según la oralidad local, se escaparon de los barcos piratas que atracaban en el Golfo de Fonseca en la época de la Colonia.
En la actividad participaron la directora general de Género y Diversidad, Kenny Rodríguez; el director general de Multiculturalidad, Alberto Cruz; y la directora de la Casa de la Cultura de San Alejo, Elizabeth Montecinos, quien fue la organizadora del encuentro.