A propósito del derribamiento de la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar, publicamos un fragmento del discurso “El lado oculto de la luna”, sobre la identidad iberoamericana, leído en 2007 el Encuentro Internacional Becas Líder en Cartagena, Colombia.
El otro lado de la luna, es el título de mi reflexión en voz alta. Hemos visto un lado, la parte siempre visible, el continente rico y contradictorio en que estamos y que, a mi entender, necesita un nombre distinto del que le ha sido dado. ¿Por qué? Porque está la parte oculta, la parte que no aparece al no ser denomina: esa es la importancia capital del nombre, que puede mostrar pero también ocultar. Decir Iberoamérica es seguir ignorando la existencia de la cara oculta de este continente. Me perturba mucho este asunto, no saben cómo… ¿Dónde están los indios? Los pueblos indígenas son también iberoamericanos?
El guatemalteco que procede y se reivindica de una etnia anterior a la llegada de los pueblos ibéricos ¿es también iberoamericano? ¿Y por qué, en un encuentro en que, entre otras cosas, se habla de la identidad iberoamericana, no se habla también de las otras identidades que conforman el continente? ¿No tienen el mismo nivel cultural? ¿O será que no tienen el mismo nivel económico? No sé si hay aquí indios, indígenas con conciencia clara de serlo.
No hablo del mestizaje, otro concepto que habría que revisar, que ha producido algunas salidas, no hablo de indios aculturados, con una situación económica razonable. No hablo de ellos, hablo de los millones de hombres y mujeres que han sido y son ignorados sistemáticamente. Incluso no entiendo que no se hable de los pueblos indígenas en este encuentro, que ni la palabra indio haya salido hasta ahora, pese a estar donde estamos, que no es Bruselas.
¿Cuántos millones de indios quedan? A veces digo, no con autoritas, sino con cierto espíritu romántico, mejor dicho, con el espíritu característico del romanticismo, que los indios eran los dueños de la tierra. Cuando aquí llegó Colón y cuando a Brasil, a lo que después se llamó Brasil, llegó Pedro Álvares Cabral, encontraron gente y culturas, algunas de ellas muy avanzadas. Había idiomas, había literatura, aunque en algunos casos solo se expresara oralmente, pero el cuento, aún no escrito, es ya una manifestación literaria. (Lea una entrevista de El Espectador a José Saramago).
¿Qué hemos hecho? ¿Qué hacemos? O mejor, ¿qué pueden hacer ustedes? Como ven, yo no puedo hacer nada más que preguntar. Sorprendido, asombrado, perplejo. ¿Por qué se olvidada, se ignora, a los indios, a los indios de Colombia, que están aquí, al lado de esta sala, en la puerta? A los de Guatemala, que son el 50% de la población. A los de México, que son millones… ¿Qué harán con ellos, con esa gente? ¿Seguirán habitando la cara oculta de la luna?
Fuente: El Espectador.