Las mediciones de la temperatura global en 2020 marcaron 1,2°C por encima de las temperaturas de la era preindustrial (1880).
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) predice que hay un 20% de probabilidad de que el aumento de las temperaturas supere temporalmente los 1,5°C a partir de 2024.
La publicación del PNUMA titulada “Informe sobre la brecha de emisiones 2021. El calor está encendido: un mundo de promesas climáticas aún no cumplidas”, refuerza los hallazgos de la CMNUCC. Emitido antes de la COP26, el 26 de octubre, advierte sobre una brecha de emisiones que “sigue siendo grande”. En comparación con las NDC nuevas o actualizadas y otros compromisos para 2030, reducen las emisiones proyectadas para 2030 en solo un 7,5%, muy por debajo del 30% necesario para mantener el aumento de la temperatura media anual en 2°C y el 55% requerido para 1,5%°C.
Al mismo tiempo, el informe encuentra que los compromisos de cero neto “podrían hacer una gran diferencia” al llevar a cabo el aumento de la temperatura promedio global a 2,2°C, si se implementan de manera completa, oportuna y efectiva. El informe sobre la brecha de emisiones enfatiza que el cambio hacia cero neto efectivamente importa, ya que el calentamiento global es “casi linealmente proporcional” a la cantidad neta total de dióxido de carbono (CO2) antropogénico emitido en la atmósfera y el balance total de carbono utilizado. Sin embargo, advierte el PNUMA que, “muchos de los planes climáticos nacionales retrasan la acción hasta después de 2030, lo que genera dudas sobre si se pueden cumplir las promesas cero”.
“Las naciones deben implementar las políticas para cumplir con sus nuevos compromisos y comenzar a implementarse en unos meses”, dijo la Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, al presentar el informe. “Necesitan hacer sus promesas de cero neto más concretas, asegurándose de que estos compromisos se incluyan en las NDC y se lleven a cabo acciones”.
Cada año el informe sobre la brecha de emisiones evalúa el potencial de sectores específicos. Este año el informe se centra en el metano (CH4) y los mecanismos del mercado. Encuentra que la reducción de las emisiones de metano de los combustibles fósiles, los desechos, la ganadería y la agricultura “puede contribuir a la brecha de emisiones y reducir el calentamiento a corto plazo”.
El informe reconoce el potencial de los mercados de carbono para lograr una reducción real de las emisiones e impulsar la ambición. Sin embargo, subraya que solo pueden hacerlo “cuando las reglas están claramente definidas, diseñado para garantizar que las transacciones reflejen las reducciones reales en las emisiones y estén respaldadas por acuerdos para rastrear el progreso y brindar transparencia”.
El Papa Francisco pidió a la COP26 «Ofrecer urgentemente respuestas eficaces a la crisis ecológica sin precedentes», lo que permitiría dar «una esperanza concreta a las generaciones futuras».El Santo Padre afirma que “Nuestras seguridades se han derrumbado, nuestro apetito de poder y nuestro afán de control se están desmoronando”.