Pese a los bloqueos en retenes policiales, miles de salvadoreños salieron ayer a las calles de la capital en una nueva protesta contra el presidente Nayib Bukele, sus políticas económicas, supuestos actos de corrupción y las negociaciones del gobierno con las pandillas.
Esta es la cuarta protesta que se realiza contra la administración de Bukele, quien asumió el 1º de junio de 2019 para un periodo de cinco años. En la marcha participaron sindicatos, feministas, dirigentes de organizaciones de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, veteranos de guerra, jueces y ex jueces, diputados y miembros de partidos políticos opositores.
Los diversos grupos convergieron en el parque Cuscatlán, desde donde marcharon portando carteles en los que expresaron su rechazo a Bukele y a sus políticas económicas, incluida la puesta en marcha del bitcóin como divisa de curso legal.
“Siempre ha habido corrupción, siempre ha habido dificultades en el sistema de justicia, pero actualmente no hay ninguna garantía de que una persona vaya a tener una protección efectiva de derecho”, sostuvo la diputada Claudia Ortiz, del conservador partido VAMOS.
El ex guerrillero Medardo González, uno los más altos dirigentes del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), expresó su respaldo a las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos a funcionarios del actual gobierno.
El Tesoro de Estados Unidos afirmó hace unos días que el gobierno de Bukele negoció en secreto una tregua con los líderes de las poderosas pandillas del país y anunció sanciones para distintos funcionarios.
Dirigentes del FMLN también exigieron la libertad para “los presos políticos”, en su mayoría ex funcionarios de los gobiernos de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, procesados por actos de corrupción mientras ejercieron sus cargos.
Algunos de los manifestantes gritaban “Bukele dictador”; otros preguntaban: “¿Cuál es la ruta?” y respondían: “Sacar al dictador”.
En su cuenta de Twitter, Bukele publicó: “los iba a trolear, pero me dio pena ajena la marcha. El gobierno de Estados Unidos comete un error de concepto: no se puede levantar un muerto, por más millones de dólares que se inviertan. El Salvador no quiere volver al pasado”, escribió el mandatario.
“Los contribuyentes estadunidenses deben saber que su gobierno está usando su dinero para financiar movimientos comunistas contra un gobierno democráticamente electo (y con un índice de aprobación de 90 por ciento) en El Salvador”, tuiteó Bukele.
Los manifestantes exigieron que se restituya a los magistrados de la Suprema Corte y al fiscal general destituidos el 1º de mayo. También pidieron que no se aprueben las reformas a la Constitución que promueve el gobierno, que no se avale la relección presidencial y se deroguen las reformas que facilitan a la Corte Suprema de Justicia trasladar o despedir a jueces o magistrados.
No se reportaron incidentes mayores, mientras unidades combinadas de la policía y de la fuerza armada montaron retenes en diferentes puntos del país y en las entradas a la capital salvadoreña, donde realizaron minuciosos registros a los autobuses como medidas de seguridad, según las autoridades.
Fuente: La Jornada.