Tragedia migrante: atender las causas para evitar la repetición

En respuesta al accidente que el jueves pasado cobró la vida de 55 migrantes y dejó más de un centenar de heridos, México, Guatemala, Estados Unidos, República Dominicana, Ecuador y Honduras afirmaron que no permitirán la impunidad de los traficantes de personas involucrados, y anunciaron la creación de un grupo internacional de acción inmediata cuyo objetivo será “investigar, identificar, aprehender y presentar ante la justicia a sus integrantes y mandos”. En un comunicado conjunto leído por el canciller Marcelo Ebrard, se consideró “inaceptable que las redes multinacionales de tráfico humano sigan siendo responsables de la terrible pérdida de vidas humanas”, por lo que “se establecerá un mecanismo para intercambiar información de manera fluida y directa a fin de presentar resultados a los deudos y a la opinión pública”.

Sin duda resulta adecuado detectar, neutralizar y sancionar a las organizaciones criminales que lucran con las necesidades de los migrantes y que no experimentan ningún escrúpulo en hacinar a casi dos centenares de seres humanos en un contenedor de carga, con todos los riesgos que ello implica y que derivan en tragedias como la que conmocionó a la región esta semana. Sin embargo, los Estados que condenaron la acción de las redes internacionales de tráfico de personas mal harían en reducir la problemática a ese fenómeno delictivo, pues está claro que detrás de dichas redes hay centenares de miles de personas que buscan desesperadamente llegar a Estados Unidos, y que no dejarán de recurrir a los polleros mientras no se les abra una vía legal para ingresar a esa nación, o se transformen las condiciones que las orillan a huir de sus lugares de origen.

En este sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un “llamado deses-perado” a su homólogo estadunidense Joe Biden para que se actúe en este tema. Desde Chihuahua, el mandatario reiteró su postura de que “el problema migratorio no se resuelve si no hay oportunidades de trabajo, de bienestar para los migrantes, porque la gente no sale de sus pueblos por gusto”, y recordó tanto su propuesta de implementar programas sociales que permitan detonar el desarrollo de las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), como su exhorto a Biden y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, para que abran la puerta a los migrantes a través de visas temporales de trabajo; las cuales, además, contribuirían a paliar la falta de mano de obra en Estados Unidos y Canadá.

Por lo dicho, resulta evidente que el combate al tráfico de personas no puede ser sino el primer paso de un plan integral de tratamiento de la migración. Ya sea que se retomen las propuestas del mandatario mexicano o que se elaboren otros programas, lo cierto es que debe irse más allá del paradigma de la contención, pues sólo atendiendo a las causas del fenómeno migratorio se evitará la repetición de tragedias tan dolorosas como la actual.

Fuente: La Jornada.

Si te gustó, compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial