La prospección sindical es el paso previo a la puesta en marcha de ideas nuevas de carácter político laboral, que tenga la progresividad por la causa sindical—importante entender que el sindicalismo es una opción de poder social, en tanto se articula al progreso del trabajo como factor de bienestar social para las personas trabajadoras y estas como grupos sociales de fortalecimiento de la economía y desarrollo productivo de un país o sociedad.
Por: Róger Hernán Gutiérrez*
Y claramente definido en su concepción como asociación profesional y con el proyecto político propio para la toma de decisiones autónomas e independientes; y en proceso continuo de aprovechamiento de oportunidades para la transformación colectiva.
Esta prospección sindical es un punto de apoyo para visualizar la sociedad de progreso para la clase trabajadora, poniendo el foco en las opciones que realmente pueden valer la entrega por la humanización de labores y negocios que tienen el mayor potencial de éxito para toda la sociedad.
Las acciones sindicales deben ser contenidas en la elaboración del proyecto político-sindical y la socialización de éste ante los diferentes intereses dentro del conflicto económico histórico entre quienes tienen el poder político, económico, cultural, social y ambiental, y quienes sólo sufren sus consecuencias.
La fase diagnóstica indica que hay ausencia de proyecto político – sindical, en tanto los procesos sindicales ante los diferentes gobiernos ha sido excluyente, nada beneficioso y desprovisto de un claro rumbo de progreso y desarrollo para las masas trabajadoras oprimidas y marginadas ante el dominio histórico oligárquico. No hay construcción de una política sindical clara y definida hacia sus intereses y necesidades de bienestar común. El movimiento sindical en su desarrollo histórico, no ha podido aprovechar los procesos de formación política, para ser un sindicalismo transformador ante una economía cada vez más concentrada en pequeños grupos dominantes acaparadores de los diferentes recursos y con dominio del aparato del Estado en una cosificación de las relaciones de dominación, que ha llevado al beneficio individual de grupos partidarios, del capital y de la élite comunitaria.
No se dispone de una dirigencia sindical que conduzca el proyecto político a lo interno y externo, dentro de la esfera de intereses de la sociedad y sigue prevaleciendo el oportunismo, la venalidad y acciones arribistas; con objetivos impuestos, sin consenso o poco claros que no logran procesos reivindicativos y populares exitosos.
La debilidad en la formación de capacidades sindicales, no ha podido mejorar su cualificación, el Ministro Castro inauguró y se comprometió con el Instituto de Formación Sindical, sin recursos para llevarlo a la práctica, lo que conlleva a debilitamientos estructurales en una sociedad conducida por élites dominantes, dado que no hay una oposición sindical constructiva que vaya empujando en la misma dirección. Procesos educativos impulsados en diversos momentos históricos, se han desperdiciado, cayendo en la esterilidad, estancamiento y anulación de la movilización y acción sindical por sus intereses más amplios como clase trabajadora—despojada de medios de producción—
Hoy por hoy se hace indispensable contar con diferentes sistemas operativos y funcionales de análisis de la realidad como un sistema de información con suficientes bases de datos y estadísticos sobre la realidad socio-laboral del país, de los sectores empresariales existentes—micro, pequeña, mediana y gran empresa—y del proceso de gestión del gobierno. Se siguen manifestando procesos de negocio que sólo favorecen los intereses dominantes, sacrificando a grandes mayorías poblacionales de la consecución de estados de bienestar local, departamental, y zonal.
La construcción y de forma consistente, de un sistema de monitoreo e investigación del desarrollo de los derechos laborales y sindicales, la prevalencia del mercado y del negocio, ha llevado a la pauperización de condiciones de trabajo y de vida. Lo que debe sentar una base objetiva de fiscalización de la tutela legal de diferentes instituciones públicas que lo realizan. Con ello los elementos informativos serán de gran utilidad para el desarrollo de mayores niveles de diálogo social y de funcionamiento exitoso de las acciones tripartitas en los diferentes organismos que tienen esa naturaleza. La transparencia, reciprocidad y acción democrático-participativo es vital para un ejercicio de progreso y desarrollo de la persona trabajadora.
Finalmente, es necesario para el sindicalismo ganar en un progreso sustantivo de interlocución con los poderes fácticos, para la discusión, debate y negociación de propuestas, por los diferentes intereses sociales, culturales, económicos, ambientales y políticos propios y de la sociedad.
*Sindicalista salvadoreño