La nanotecnología, combinación del diseño, creación y aplicación de materiales funcionales, dispositivos y sistemas moleculares, generará un impacto en el desarrollo humano similar o superior al del automóvil o la computadora personal, estimó la UNAM.
Las moléculas y átomos operan como bloques que forman estructuras sólidas y eficientes, y su comprensión ingresa al campo de la nanociencia, donde la materia modifica sus propiedades habituales, explicó la directora del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María del Pilar Carreón Castro.
«A este nivel, moléculas y átomos son capaces de alinearse, acomodarse y autoensamblarse, con lo que se logran nuevas propiedades y mayor eficiencia para múltiples aplicaciones que hoy se ensayan en dispositivos electrónicos, celdas solares y hasta acarreadores de fármacos», abundó la universidad en un comunicado.
«En tanto, la nanotecnología se emplea a través del control de la materia a una escala de longitud nanométrica, así como el estudio de nuevos fenómenos y propiedades físicas, químicas y biológicas», explicó la especialista.
A escala nanométrica no aplican las reglas ordinarias de la física y la química, pues en las nanoescalas propiedades como la fuerza, la conductividad y la reactividad difieren de manera significativa del mundo macro, explicó Carreón Castro.
«Por ejemplo, los nanotubos de carbono son 100 veces más fuertes y mucho más ligeros que el acero», apuntó.
En la física esta tecnología impacta en la electrónica molecular y fotónica, además de la arquitectura molecular, nanomateriales con nuevos compuestos, biomateriales y estructuras nuevas multifuncionales.
«En biología, con vehículos acarreadores, liberadores de drogas y detectores de enfermedades, y en química con el desarrollo de renovados compuestos y moléculas», agregó.
En el ámbito químico, donde se desarrolla la universitaria, la nanociencia contribuye a obtener moléculas creadas en laboratorio con fines renovadores y en busca de modular propiedades.