En inicio de este año 2022 ha traído su particularidad en el terreno de lo social y político como en lo religioso o espiritual, gracias al conflicto político entre Rusia y Ucrania, el cual se suma al ya “normalizado” Covid 19. El tema sobre el cual presento mi reflexión personal es el de la Ascensión, temática en boga en el campo religioso y espiritual de la Nueva Era y en el Cristianismo en sus diversas tendencias.
Sin lugar a duda, el campo de lo religioso en su componente simbólico se ha visto sujeto a reinterpretación para tratar de entender, comprender y asimilar los acontecimientos “fantásticos” como salidos de un guión de película hollywoodense que hemos estado viviendo desde finales de 2019. Mi reflexión al respecto, es que las personas requerimos de la certidumbre en la vida cotidiana para tener un sentido que nos mantenga en equilibrio durante el tiempo que nos toca estar presentes en nuestra realidad social. Siguiendo doctrinas filosóficas, religiosas y espirituales que procuran dar respuesta a los eventos que estamos viviendo actualmente, el tema de la “ascensión” es uno de los más utilizados para la exégesis de la película Covid 19 – Conflicto Rusia vs Ucrania y lo que se agregue, estos sucesos son percibidos como señales apocalípticas del ineludible fin de los tiempos, aspecto en el que estas corrientes religiosas coinciden y centran su atención.
El concepto de la Ascensión desde la perspectiva de la Nueva Era resulta más complejo de comprender que en la vertiente cristiana aún en todas sus denominaciones. La ascensión en la visión mayoritaria del marco cristiano es una posibilidad otorgada solo a ciertas personas: Jesús de Nazaret, el profeta Elías, Enoc, el pueblo de Enoc, Melquisedec y probablemente Moisés. El mormón John Smith le llamaba a esta acción “doctrina de la traslación”, dicha acción implica subir a una dimensión que en este caso es “el Cielo”, en esta sentido se refiere a un proceso en que el cuerpo físico trasciende aunque se tenga que pasar por la muerte física un corto lapso de tiempo y posterior a una resurrección como en el caso de Jesús de Nazaret, otros personajes bíblicos no pasaron por la muerte física, en ambas situaciones el cuerpo si sufre una modificación a nivel celular, el cuerpo se convierte en un tipo de materia sutil o etérea, y luminosa. (Hechos 1:9-10) Los Diversos grupos de la Nueva Era, analizan el concepto de ascensión con mayor detenimiento y provee una explicación más amplia e integradora de cómo se concibe en el cristianismo. La ascensión desde la perspectiva de la Nueva Era es un proceso que tarda años en realizarse y no solo compete al ser humano también a la tierra y la naturaleza contenida en ella, incluso el sistema solar y la galaxia entera lo está viviendo. La ascensión humana, experimenta una transformación paulatina a nivel celular, de ADN, en el que se activan los filamentos dormidos considerados por la ciencia como material “basura”. Se habla de un cambio en los enlaces de carbono de la materia orgánica, en algunos casos los enlaces pasan del carbono al silicio, el cual involucra enlaces duraderos incluso considerados eternos, en otros casos se da un proceso de cristalización celular. La materia es concebida como una forma de energía de tan baja vibración que se densifica, a mayor densidad menor frecuencia vibratoria.
La ascensión en la Nueva Era, es una posibilidad al alcance de todos los seres humanos, algunas posturas argumentan que toda la humanidad lo está viviendo y nada ni nadie quedará sin experimentar dicho proceso, en otros enfoques, solo lo están viviendo aquellos que han despertado su conciencia y están elevando la vibración energética. y el transcurso del cuerpo físico se eleva a una dimensión superior: la cuarta y la quinta dimensión. En estas dimensiones el ser humano, la tierra y todos los demás seres continúan un nuevo proceso de evolución espiritual, en el cual todos estaremos vibrando en amor, unión y podremos ver a todos los maestros ascendidos, entre los que se encuentra Jesús de Nazaret, así como muchos seres de Luz incluyendo a nuestros seres queridos que ya hayan muerto o desencarnado.
Creyentes o no, ¿Quién no se ha cuestionado si en verdad estamos viviendo profecías del apocalipsis cristiano?
La ascensión puede ser entendida como parte fundamental del apocalipsis, en sí mismo como proceso de ascensión para muchos en la Nueva Era y para pocos “elegidos” en el Cristianismo de cualquier denominación. Sea como sea, las miradas apocalípticas están sobre el tema ya que la realidad social en estos tiempos nos provee de material perfecto para ver las situaciones desde la perspectiva religiosa milenarista.
*Escuela Nacional de Antropología e Historia – México