Por ahí del martes 31 de mayo, comenzó a circular la noticia de la infidelidad cometida por Gerard Piqué, quien ostentaba el título de pareja de hecho de Shakira Isabel Mebarak Ripoll, mejor conocida internacionalmente como Shakira.
Por: Claudia Viveros Lorenzo
Desde entonces, no dejo de escuchar la espeluznante frase: “si a Shakira le fueron infiel, que podemos esperar nosotros la de a pie”, y entonces me doy cuenta que, muchas mujeres (y hombres) siguen sin entender nada, porque, acaso, ¿es culpa de la mujer que le sean infiel, por no ser hermosa, talentosa, casi perfecta? ¿ser una mujer normal, da más pauta para que el hombre que te tiene por pareja pueda cometer este tipo de mala conducta?
¿Dónde queda la responsabilidad del que la realiza?
En este melodrama farandulero que nos ha tenido un tanto entretenidos esta semana, la única responsabilidad que ostenta la cantante es la codependencia que nuevamente manifestó dentro de su relación amorosa, porque no es la primera vez.
En sus anteriores relaciones, ya habíamos sido un tanto testigos, de su actitud sumisa y “aguantadora” incluso en los 90s, se corrió el rumor de que había sufrido violencia de aquel novio que tenía en esos tiempos y que también pertenecía al medio artístico, como actor. Antecedentes, que nos habla de una mujer brillante, políglota, (habla, portugués, francés, inglés, español y un poco de italiano y francés), compositora, ejecutante de instrumentos musicales como piano, batería, guitarra, bailarina y cantante, vendedora de millones de discos, que debería tener empoderamiento sano y ganado, pero que no ha servido para enriquecer su autoestima, pues siempre recurre a la sumisión. Siempre le ha gustado dar el lugar a su pareja de macho alfa.
Durante los 12 años que duró la relación entre Shakira y Piqué, más de una vez ella confesó que al jugador del Barcelona no le gustaba que en sus videos interactuara con hombres ni que usara vestuario atrevido y por ninguna circunstancia, hiciera escenas sugerentes.
Ella misma lo definió en alguna entrevista como un hombre “celoso, controlador y territorial” merecedor de su respeto, ya que, según ella, era muy conservador, y en pro de su relación, obedecía. También en 2006, la colombiana, manifestó no sentirse feminista, afirmando no sentirse participe por la lucha de la igualdad y aunque intentó más tarde recomponer su imagen, el hecho es, que disfrutaba de infravalorarse y la ensalzar la necesidad de control de sus parejas y eso trae este tipo de consecuencias.
Las infidelidades de Piqué se rumoraban, pero Shakira insistía en vender al mundo la imagen de la familia feliz y perfecta. El jamás le pidió matrimonio, nunca cambió nada por estar con ella. Shaki, bajó la velocidad a su carrera, se mudó a Barcelona, se sumergió en la maternidad de dos hermosos niños, se partió en pedazos por cumplir con todos los requisitos y además seguir siendo la estrella mundial que desde su casa, en su propio estudio de grabación, producía éxitos mundiales, pero sin descuidar la casa, porque como “buena mujer” cumplió hasta el final.
Muchos dicen que Shakira lo sacó de la casa. Otros, que él mismo se fue a vivir la vida de soltero “desatado” que hace mucho no hacía. También se habla de ataques de ansiedad que está sufriendo la cantante por los sucesos que está atravesando.
La vida se le puso de cabeza, ojalá la crisis le sirva para el autoanálisis, lo tiene todo para construir seguridad, paz y tranquilidad, no necesita buscarla en nadie, solo en ella misma.