Esta fue una de las frases de la artista María Brígida González, líder y víctima del conflicto armado de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó –región del Urabá antioqueño–, durante el Congreso Procesos de Memoria en América Latina y el Caribe, organizado por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y que irá hasta el 30 de septiembre.
Brígida tiene 67 años y lleva toda su vida plasmando arte para dejar memoria de lo que ha pasado en el Urabá, una zona de Colombia históricamente golpeada por la violencia y recordada por el trágico hecho perpetrado por paramilitares el 21 de febrero de 2005, cuando ocho personas fueron asesinadas y descuartizadas en las veredas Mulatos y La Resbalosa, en el municipio de San José de Apartadó.
Durante su intervención en el conversatorio “Territorios, artes y memorias: el pasado cuenta y se cuenta pintado, reflexión para una transición a la paz”, la pintora nacida en Urabá explicó que cada uno de sus cuadros retratan los episodios violentos que han azotado a sus paisanos, e hizo una reflexión de lo que para ella ha significado dibujar con pincel y acuarela la vida de las comunidades y del territorio.
“Para mí el arte es una terapia que me hace sentir mejor física y espiritualmente. Estoy pintando y estoy recordando, no con odio ni rencor, sino en función de la construcción de paz”.
Y no es para menos esta salvedad la activista, ya que por la guerra ha perdido a tres hermanos y dos hijos.
“Para nosotros es muy importante el arte, porque el arte es resistencia. Desde allí no solo podemos pintar dolor, sino también esperanza y vida. Eso es lo que estamos construyendo hoy en día para que mañana podamos tener un país mejor”.
Durante el conversatorio la artista acompañó María Emma Wills, doctora en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Austin Texas, y a Gloria Cuartas, directora de la Unidad para la Implementación del Acuerdo de Paz de Colombia.
El propósito fundamental del Congreso Procesos de Memoria en América Latina y el Caribe: Encrucijadas y debates, es “contribuir a la construcción de un gran diálogo nacional con apoyos internacionales que nos permitan pensar la paz”, como señala la profesora Neyla Graciela Pardo Abril, coordinadora del evento e integrante del Grupo Colombiano de Análisis del Discurso Mediático de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNAL.
La académica añade que al evento también asisten personajes muy importantes de América Latina, quienes han participado en procesos de construcción de memoria en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, “en donde se han vivido momentos muy duros con dramáticas formas de control social, mediadas por las armas y por la guerra”.
La apertura del conversatorio estuvo presidida por el profesor Camilo Younes Velosa, vicerrector de Investigación, quien hizo una destacada reflexión sobre la Universidad como espacio de construcción de paz.
La primera conferencia estuvo a cargo de Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en la que expuso la importancia de comprender cómo la verdad absoluta en sí misma, ligada a una sola idea, es imposible.
El Congreso nace de un proyecto de investigación que realizó la UNAL junto a la Unión Europea, en el que participan países como Italia, Holanda y Argentina.
“El estudio está orientado a generar reflexiones de lo que significa el proceso de memoria, desde los lugares de la memoria” señala la profesora Pardo.
Con el evento, el Grupo Colombiano de Análisis del Discurso Mediático espera generar alianzas entre las comunidades, la academia y las instituciones tanto gubernamentales como no gubernamentales, para debatir sobre las encrucijadas y potenciar la investigación sobre las memorias.
Así mismo, consolidar el diálogo sobre los estudios de memorias en América Latina y el Caribe y aquellos realizados en otros continentes, y por último publicarían las memorias del Congreso, para actualizar el estado del arte y las tendencias de investigaciones recientes en el hemisferio. (unimedios)