El escritor y militar español, Pedro Baños Bajo, redactó “El Poder: un estratega lee a Maquiavelo” en el dos mil veintidós. Esta obra expone dos partes: el poder y “El Príncipe” de Nicolas Maquiavelo. Comienza diciéndonos que el maquiavelismo, se asocia a una forma de gobierno autoritaria y malvada. Pero, en “El Príncipe”, Nicolas Maquiavelo nos ofrece un manual o una guía, de estrategias necesarias para alcanzar el poder político o mantenerlo y, para crear un Estado fuerte sin dar importancia a los medios empleados.
Por: José Guillermo Mártir Hidalgo
Baños Bajo afirma, que la visión que Nicolas Maquiavelo tiene sobre política, está teñida por su desesperanzada opinión de la naturaleza humana. La voluntad de poder y el instinto de dominancia, surgen de la propia naturaleza humana. Maquiavelo piensa que los hombres son malos y están, siempre, dispuestos a romper sus promesas. El utilitarismo y el ocasionalismo moral, hace que el príncipe o líder, engañe a la población e incumpla sus promesas, si no le reportan ningún beneficio. Ante esto Baños Bajo afirma, que el líder que no recurre a la moralidad en sus acciones, cae en el desprestigio. Por otro lado, especula, que el relativismo moral y la falta de memoria colectiva, hace que el pueblo se fije en los resultados (fines) y no como se han conseguido (medios).
En la guerra, la deshumanización se da, por la cadena en la toma de decisiones y quien aprieta el gatillo o suelta la bomba. Esto produce una sensación de pérdida de responsabilidad personal. Y cuando se evapora el sentido de responsabilidad personal, la gente puede cometer los más horribles crímenes, cuando se encuentran bajo la influencia de una fuerte autoridad.
Seguimos a líderes, dice Baños Bajo, porque ofrecen una visión que nos impulsa a mejorar. El liderazgo es más eficaz, si logra conectar con el plano emocional de la población. El líder debe ser capaz de generar un compromiso emocional, es decir, un vínculo que identifica a las masas con otra persona, idea o empresa. Baños Bajo considera que el líder debe poseer honradez, transparencia y vocación de servicio. Además, debe ser visto en todos los escenarios, pues, el liderazgo requiere acción y no se gana a la distancia o desde una oficina.
A Maquiavelo le preocupa el capital humano que rodea al príncipe. El líder inteligente debe rodearse de personas valiosas, incluso, más capaces que él. Solo los timoratos, los acomplejados que dudan de su propia valía, buscan rodearse de personas con capacidades inferiores a las suyas.
Un príncipe o líder puede llegar a conquistar el poder, pero, su verdadera valía está, si es capaz de conservarlo. En el siglo décimo sexto, la mejor manera de asegurar el dominio era a través de la destrucción. Hoy surgen otras maneras de dominar e influir, sobre territorios y poblaciones. Un factor importante para ello son los aspectos culturales.
Maquiavelo recomienda que, si es necesario aplicar ultrajes, es mejor ejecutarlos rápidamente, ya que de este modo las consecuencias serán menores que, si causamos ultrajes poco a poco y los dilatamos en el tiempo, ya que la oposición será permanente e incluso aumentará.
El ideal de Maquiavelo es, que el príncipe consiga tanto el temor como el respeto. Aunque, el temor es más eficaz para mantener la fidelidad de amigos, aliados y enemigos. A pesar de ello, es mejor tener al lado a personas que nos son fieles por convicción y no por mero temor.
El líder debe evitar, todo aquello que pueda hacerlo odioso o despreciado. Evitar actos, que generen un odio innecesario en la población. Ya que es necesario contar con el apoyo de la población, para afrontar cualquier conflicto o dificultad que se presente. Para lograrlo, el príncipe debe respetarse y respetar el puesto que representa. Y hacerse respetar por el convencimiento, antes que por la imposición forzosa.
Maquiavelo, asocia el aspecto económico (riqueza) con el prestigio (estima). Pero en la época actual, el liderazgo basado en principios, es decir, el liderazgo ético, ha aumentado, por los efectos de la transparencia. El buen gobernante, dice Baños Bajo, es aquel que sabe preservar la riqueza de su reino y también, acrecentarla.
Maquiavelo, da importancia a la naturaleza vengativa del hombre. Por lo que recomendaba no dar motivos para despertar el odio. La postura de Maquiavelo, opina Baños Bajo, es el palo y la zanahoria. Pero, prefiere que el príncipe gane fama de cruel. Considera que el empleo de la crueldad, el delito y la transgresión de las leyes se usan, siempre que resulten útiles para alcanzar los objetivos. Aunque, les pone freno y recomienda limitarlos para que no se perpetúen en el tiempo. En esto, Baños Bajo afirma que Maquiavelo no toma en cuenta el lado ético o moral del liderazgo.
Maquiavelo presenta al ser humano, cuando está en grupo, como manejable y fácil de convencer. Las masas, son fácilmente manipulables mediante recursos emocionales y palabras talismán. A lo largo de la historia se ha utilizado, crear un problema para el que ya se tiene una solución. Crear un enemigo, contra el que siempre se está en guardia y alerta. De igual manera, el príncipe debe entretener a sus súbditos, el empleo de la distracción es importante.
Un axioma imperecedero es, que el poder no se comparte. Una vez alcanzado, el objetivo prioritario es, eliminar cualquier posible adversario. Maquiavelo sabía que, en ocasiones, los amigos y aliados pueden ser más peligrosos que los enemigos.
Maquiavelo apoya crear un ejército nacional que sustituya al de los mercenarios. Ya que el mejor soldado es el buen ciudadano. En una alianza militar, por una amenaza existencial que obliga hacer un frente unido, el príncipe debe contar con su estrategia propia, para no dejarse arrastrar por intereses ajenos. Los instrumentos de dominación de cualquier líder son, la fuerza y las leyes. Hoy la fuerza no tiene que ser militar, pues existen herramientas tecnológicas para conseguir los fines deseados. El uso de la fuerza y el ejército debe ser excepcional y de corta duración, la población no soporta injusticias o imposiciones largas, sin rebelarse.
Maquiavelo menciona la importancia de la prudencia en la toman de decisiones: conocer los obstáculos antes de decidir y optar por el menos malo. Los líderes tienen que dejarse aconsejar, pero, deben tener criterio. El líder debe adaptarse a los nuevos tiempos y requerimientos del entorno.
Maquiavelo insiste en la importancia de las apariencias: simular lo que no se es y disimular lo que si se es. Es fundamental que el príncipe aplique recompensas o premios, para una percepción positiva y ganarse al pueblo. Asimismo, evitar privilegiar a los más cercanos sin méritos.
El príncipe debe estar preocupado, que su ejército este bien preparado para la guerra ya que la finalidad es evitarla. Para consolidar un Estado, es fundamental disponer de raíces profundas, tanto históricas como culturales. Estas se pueden crear, recuperando las características de civilizaciones preexistentes en ese territorio.
La confianza es un elemento clave del liderazgo. Los directivos carismáticos son, aquellos que provocan confianza en el equipo y le dan razones para el optimismo en el futuro. El gobernante debe conocerse bien y saber los puntos débiles y fuertes, para que su gobierno sea fructífero.
*Psicólogo salvadoreño