La dinámica del conflicto

Desde los inicios de la presidencia de Nayib Bukele en El Salvador, se abren espacios para la agudización de las contradicciones y del conflicto social.

Por: Igor Iván Villalta Sorto*

Con grandes ambiciones por hacerse con el poder total, que lo conducen a realizar acciones como el intento de golpe de estado a la Asamblea Legislativa, sus ansias de venganza contra sus enemigos políticos, detractores y disidentes.

Las ambiciones económicas lo llevaron a presentar un proyecto a todas luces descabellado, haciéndole creer a sus seguidores que con la introducción del bitcoin, como moneda de curso legal en el país, lograríamos ubicarnos en el primer mundo.

El país rompe esquemas mundiales en la economía, adoptando el bitcoin que nos proporcionará la libertad económica que necesitamos para lograr escalar los pináculos de los países más ricos del mundo.

Claro, además de su adicción al poder y al dinero, necesita sostener un protagonismo mundial, como nunca ha existido en nuestro país. Mientras el grueso de la población alaba las “buenas ideas” del mandatario.

Observamos como el país cae en un gran endeudamiento que lo coloca en una posición peligrosa de impago de sus compromisos financieros, llevando al país a no ser sujeto de crédito de parte de los organismos financieros internacionales.

De acuerdo con los últimos resultados de la encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeón Canas (UCA) la percepción de seguridad ha crecido entre la población, todo debido a la ley de excepción con la cual encarcela a más de 60,000 salvadoreños, convirtiéndonos en uno de los países del mundo con el porcentaje más alto de población carcelaria.

El presidente caracteriza su mandato por no tener planes de nada, actuando de forma improvisada sin medir consecuencias.

La percepción de la ciudadanía ahora ya no es la falta de seguridad, ahora es la inflación. En el año 2022 los ciudadanos hemos visto como los precios de la canasta básica han subido como nunca en la historia reciente, claro todo es culpa de “los mismos de siempre”, de la pandemia, de la guerra en Europa.

No del mal manejo de los fondos públicos, de la falta por una apuesta a la agricultura. Conservando el esquema neoliberal de no producir, es mejor comprar todo en el exterior para que algunos empresarios puedan hacer negocio.

El llamado fin de las pandillas, como lo publicitan las plumas pagadas del ejercito de propagandistas y aduladores del régimen, en donde se despilfarran grandes recursos de todos los salvadoreños. Obedece al esquema de dejar todo para más adelante.

Es una gran falacia que ya se terminaron las pandillas, lo único que han hecho es replegarse. Esto responde a un fin electorero, como todas las acciones del gobierno, como el aumento en el monto de las pensiones.

La encuesta de la UCA revela que en este mundo de apariencia subyace en el fondo un gran descontento social, mucha de la ciudadanía se siente vulnerada en sus derechos primarios, la angustia por la falta de seguridad jurídica crece en muchos sectores de la vida nacional. Bukele llegó a la presidencia con muchas ventajas que terminaron jugando a su favor, como la decepción provocada en la población por los partidos políticos que habían detentado el poder en las últimas tres décadas.

Eso le propició una situación muy cómoda para gobernar, la lluvia de dinero proporcionados por la pandemia, que le permitió tener fondos para hacer propaganda política. Todo esto sin tener que dar cuentas a nadie.

Este es el mejor de los mundos para una persona con sus características. Otro factor que le ha ayudado a acaparar poder es que gran parte de la población no vivió la dictadura militar, y existe una tradición, entre la población, de gusto por los regímenes fuertes de mano dura y autoritarios.

Entonces nos encontramos ante un régimen que vive de ilusionar a sus seguidores, muchos de ellos fanáticos, de presentar circos políticos.

Un gobierno que vive del maquillaje, la gran pregunta es: hasta donde le va a alcanzar. Ahora nos sorprende con la compra de la franquicia de Miss Universo, anteriormente rechazada por República Dominicana.

Las dictaduras acuden a estos eventos cuando se sienten acorraladas y quieren asegurar su permanencia en el poder. Veamos el ejemplo de Hitler con las Olimpiadas en Berlín en 1936, años antes de la Segunda Guerra Mundial. El mundial de futbol en Argentina en 1978 y posteriormente la guerra de las Malvinas en 1982.

En momentos en que la dictadura militar se caía producto de la guerra sucia contra el pueblo argentino que provoca miles de muertos y 25,000 desaparecidos.

En la dictadura militar en nuestro país, como producto de una gran crisis militar, política, social y económica, que se veía venir. Los militares no encontraron otra forma de blanquear su imagen, tremendamente deteriorada internacionalmente, organizan el concurso de Miss Universo en el año 1975, pero esa acción no fue suficiente para detener el conflicto armado que inició de forma abierta en el año 1980.

Ni los militares anteriormente, ni la soberbia de los que ahora detentan el poder están prestando suficiente atención a estos problemas. Lo que conduce a no buscar un dialogo sincero que pueda desmontar el conflicto.

Lejos de eso, profundizan la represión en contra de la prensa independiente, de la oposición política, de las organizaciones populares. Solo deben recordar que para paliar el hambre del pueblo no bastan los maquillajes.

*Biólogo investigador

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