Un grupo de geólogos rusos ha podido explicar el surgimiento en Siberia de los enigmáticos pozos de decenas de metros de ancho en términos de criovolcanismo. Este fenómeno es mejor conocido por los astrónomos, que lo están observando a través de varios satélites en los planetas gigantes del sistema Solar.
Los «procesos criosféricos» son muy propios de nuestro planeta y regiones con permafrost, como lo es gran parte de Siberia, es donde se manifiestan, sostienen los autores del artículo publicado en la revista Scientific Reports.
El equipo, afiliado con la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, estudió particularmente un cráter descubierto en el año 2014 en la tundra de la península de Yamal, a unos 30 kilómetros del yacimiento de gas condensado de Bovanénkovo. Tenía una profundidad máxima de 52 metros y unos 25 metros en diámetro, pero se llenó en cuestión de meses con agua y para el otoño del 2016 se convirtió en un lago.