Laicos, curas, monjas y pastores. Una compleja relación

El papa Francisco se reunió el viernes 22 de abril con el Dicasterio para los laicos, la familia y la vida y les dedicó un conjunto de señalamientos en torno a la importancia de su trabajo en la Iglesia, pensando en la importancia de los laicos en la institución llama la atención que el mensaje, sólo esta en italiano e inglés en la página oficial del Vaticano, soslayando la importancia de los hablantes de castellano y portugués podrían incluir más traducciones, aunque esto podría no ser casual.

Por: Elio Masferrer Kan*

Convendría precisar el término laico implica habitualmente personas no consagradas al sacerdocio o la vida religiosa. Las iglesias en el cristianismo se caracterizan por tener un personal especializado, de tiempo completo definido por ciertos procesos de consagración especial, que los distingue del resto de los feligreses.

Este personal estaría totalmente dedicado al trabajo institucional, tienen diferentes nombres como sacerdotes, religiosos, religiosas en el catolicismo y pastores en el mundo protestante y pentecostal.

En términos técnicos los sacerdotes de las órdenes religiosas se denominan sacerdotes religiosos, pero podrían tener religiosos que no son sacerdotes, llamados habitualmente monjes, hermanos y denominaciones similares.

En las iglesias católicas de rito latino (92% del total de católicos) estos son célibes, pero en las de ritos orientales (8%), los sacerdotes pueden casarse antes de ordenarse y si se deciden por el celibato se adscriben a las órdenes religiosas que son célibes. El papa para no tener obispos casados elige a los obispos de las iglesias orientales entre los sacerdotes religiosos.

Las religiosas habitualmente llamadas monjas no acceden al orden sacerdotal y deben mantener el celibato y hacer los votos de obediencia, además de otras promesas derivadas del carisma institucional. Las ordenes religiosas implementaron en la Edad Media y moderna las órdenes terciarias donde articulaban a laicos, que no optaban por la vida religiosa, cómo fue el caso de Santa Rosa de Lima.

En el mundo cristiano los especialistas son denominados habitualmente pastores y se distinguen notoriamente de los católicos por qué el matrimonio es prácticamente un requisito para tener esa posición. Durante mucho tiempo el pastorado estuvo reservado a los hombres, pero actualmente existe el ordenamiento de mujeres, aunque esto no es bien visto por los sectores conservadores, quienes se oponen tenazmente a dichas “novedades”. Para tener una dimensión del asunto, recientemente la Convención Nacional Bautista del Sur de Estados Unidos expulsó a la congregación del prestigiado pastor y teólogo Dick Warren (autor de Una Iglesia con propósito), por ordenar mujeres e incorporarlas a su equipo pastoral.

Los laicos tienen en muchas ocasiones roles especiales en las iglesias existen categorías como agentes de pastoral, catequistas y consagrados entre los católicos y entre los evangélicos podemos mencionar “obreros evangelistas”, “ancianos gobernantes” para citar algunos, pero habitualmente sus roles son de apoyo y no de poder teológico. Las iglesias son instituciones jerárquicas que no están dispuestas a generar consensos con quienes consideran subordinados. Esto fue muy elocuente en el discurso de Francisco al Dicasterio de Laicos, les emplazó a que se dediquen a su trabajo y no traten de asumir otros roles que no les competen, específicamente se refirió a la “auto referencialidad”, término eclesiástico que demerita a quien hace propuestas, pues se cree el centro o “dueño de la verdad”. Era evidente que Francisco estaba polemizando con el “Camino sinodal de la Iglesia Católica alemana” y estructuras similares en varios países europeos.

El Camino sinodal alemán es un centro de reflexión entre laicos, obispos y sacerdotes que se reúnen para discutir temas como “el poder, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres” en la Iglesia, que en los últimos tiempos asumió un comportamiento beligerante, que exige en forma contundente cambios al Vaticano. Hay quienes plantean que esta situación podría llevar a un cisma en la Iglesia Católica.

La unidad de la Iglesia está constantemente jaqueada, tanto desde los conservadores que exigen que no haya cambios, como los más radicales que están convencidos que Francisco hace muy poco. aunque todos amenazan con irse, nadie lo hará pues son conscientes de no podrían construir un capital simbólico propio y quedarían al nivel de una pequeña secta. Todos zapatean, pero no “sacan los pies del plato”.

*Doctor en antropología, profesor investigador emérito ENAH-INAH

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