Un informe de la ONU señala que el 52 % de la población se enfrentó a algún tipo problema para satisfacer sus necesidades alimenticias.
Por: Uveli Alemán
Al menos 3.3 millones de salvadoreños se enfrentaron a algún tipo de problema para satisfacer sus necesidades alimenticias en 2022, reveló el último informe de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC), elaborado en colaboración con varias agencias de Naciones Unidas.
Este reporte anual examinó el acceso a los alimentos en una coyuntura mundial marcada por varios frentes, en especial la invasión rusa en Ucrania que exacerbó los precios de los insumos agrícolas y el crudo.
La inseguridad alimentaria se mide por “fases” a partir de la disponibilidad física de los alimentos, el acceso y capacidad económica para comprarlos, y la estabilidad de su suministro. En esta situación entran las personas que no tienen nada para comer, así como las que reducen algún tiempo o las raciones diarias, hasta quienes venden algún bien para conseguir los alimentos.
En El Salvador, según el informe, el 52 % de la población se encontraba en la fase dos de inseguridad alimentaria en 2022, equivalente a 3.3 millones de personas. En este grupo se incluyen a las familias en “estrés”, es decir, que tuvieron algún tipo de dificultad para satisfacer sus necesidades de alimentos.
El grupo de mayor alarma es conformado por las familias que se encuentran en la fase 3, que enfrentan una inseguridad alimentaria aguda o situaciones peores. El informe plantea que en esta calificación entraba el 14 % de la población salvadoreña entre marzo y mayo de 2022, al menos 900,000 personas.
Para el restante 34 % de la población salvadoreña no hubo complicaciones para satisfacer sus necesidades alimenticias en 2022, dice el reporte.
El informe examina también a los países vecinos de Guatemala y Honduras, con condiciones económicas y sociales muy similares a la economía salvadoreña. El reporte hace énfasis en que ambas naciones centroamericanas se enfrentan a una coyuntura más retadoras con altos índices de inseguridad alimentaria.
Para el caso guatemalteco, el 41 % de su población se encuentra en estrés alimentario, 26 % en crisis y un 33 % sin problemas.
Mientras, en Honduras, el 28 % se encuentra en crisis alimentaria y un 39 % en estrés. El 33 % no tiene ningún inconveniente.
“Desde 2016, Guatemala, Haití, Honduras y Nicaragua se incluyeron consistentemente en crisis alimentarias, y El Salvador se incluyó en todas las ediciones excepto en 2017”, señaló el reporte.
A nivel mundial, 258 millones de personas en 58 países y territorios parecieron inseguridad alimentaria en 2022 por los conflictos, el cambio climático, la pandemia de covid-19 y la invasión en Ucrania.
Efecto inflación.
El gran reto de los países en 2022 fue el alto nivel inflacionario, el indicador que mide los precios de una economía. En el caso de El Salvador, el reporte de la ONU recuerda que la inflación sobre el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas llegó a superar los 12 % el año pasado.
Aunque la inflación general se mantuvo por debajo de la banda del 8 %, la de los alimentos alcanzó su pico más alto en agosto de 2022 cuando llegó a 14.50 %.
Para diciembre, recoge el reporte, El Salvador tenía la quinta inflación (de 12 %) de los alimentos más alta de un grupo de países en “alerta” para la ONU que incluye Haití, Colombia, Nicaragua, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Ecuador.
Fuente: Diario El Mundo