Una clase trabajadora silente, para ser manipulada en ámbitos autoritarios, compartimentados en información y técnicas de comunicación

El ámbito laboral sigue estando afectado negativamente por contextos que requieren de masas laborales silentes, acomodadas, apegadas a su idiosincrasia relacionado con el temperamento y carácter individual muy conservador, que arriesga muy poco, y talvez harto de fraudes, engaños, manipulaciones en ambientes político electoreros.

Por: Róger Hernán Gutiérrez*

Una y otra vez caídos en la trampa de que ahora si habrá cambios en mucho de la vida de los grupos laborales diversos—los discursos presidenciales, caen a la población como telarañas de las cuales no se puede desatar y escapar la mente, aceptando las argumentaciones, las promesas, las supuestas nuevas ideas, que van atrapando e inmovilizando, en la creencia que todo está bien.

Pero sin embargo, escuchamos valoraciones sencillas de la gente “no se ha vendido nada”, lo cual tiene un significado profundo, luego de que las palabras del discurso presidencial, se van difundiendo hacia aquellos que no lo oyeron, los youtuber´s se encargan de hacerlo creíble, de propagandizar lo que fue algo coherente o del agrado de la gente que se citó al sitio del discurso de manera manipulada o convocada por cantos de sirena previos al evento, cadena de radio y televisión, que se asegura que mucha población no se lo pierda, los costos no se limitan, en tanto los supuestos beneficios lo valen.

Las redes sociales, cual jauría se nutren hacia los grupos laborales, bastantes incautos o cansados de oponerse al poder que cada día los destruye con bajos salarios, desregulación laboral, prestaciones anuladas, condiciones  materiales de existencia paupérrimas, despidos arbitrarios, cierres programados e intempestivos de fuentes de trabajo, que determinan su situación socio-económica, en el hogar, en la familia, afectada negativamente por la precarización de la vida, los derechos conculcados—infringida la ley por acción y por omisión—no funciona la sede administrativa en el día a día (inoperancia en la tutela laboral administrativa) por parte de la autoridad de trabajo.

Al final la frase “no he vendido nada” de la persona que vende en la calle, de aquella que lo hace en la comunidad, vuelve a surgir, similar a nuestra situación socio-económica, que va cayendo en un hoyo sin fondo—talvez “el señor Presidente anuncie algo que me va mejorar la vida”—la realidad golpea a diario, poco o nada ha mejorado—no puedo ir al evento que se anuncia, no tengo para la entrada, y luego el transporte que se requiere es otro costo que no tengo, lo haré a través del celular, pero no tengo para comprar datos; en fin los ataques sutiles se  refuerzan para hacerme sentir que la pobreza, que la precariedad en que vivimos es un mito, las redes sociales oficialistas se han encargado de manipular el sentimiento y el pensamiento.

Y una vez más la propaganda oficial y sus incondicionales en su defensa, pretenden acallar la legitimidad y legalidad de un bienestar para la clase trabajadora, en esta ocasión la integración de nueva legislación en lo laboral a un año de haber sido ratificada, con lógicas democráticas, justas y solidarias, toca poner en una práctica consecuente la nueva normativa y adecuarla a la realidad laboral que vivencian hoy las personas trabajadoras.

El 7 de junio de 2022, se lograron establecer por parte de las autoridades ejecutivas y legislativas, retomar demandas y necesidades históricas de la clase trabajadora, el mejoramiento de las condiciones laborales vinculadas con mayor bienestar en el trabajo, ratificando 5 convenios, a saber: 102, relativo a la seguridad social; el 148, que regula sobre la salud y seguridad en el trabajo; 154, asociado con la mejoría en el derecho a negociación colectiva en el sector privado y público; 183, vinculado con la mejoría en el derecho a maternidad y el C190, que debe desarrollar la situación intimidante y degradable para la persona trabajadora, relacionada con la violencia en el trabajo, sobremanera hacia la mujer trabajadora que constantemente es discriminada, acosada y abusada por su condición.

A un año de la ratificación de los convenios 102, 148, 154, 183 y 190, los esfuerzos de empleadores y del gobierno, son contradictorios y poco relevantes a lo que se pretendía con su ratificación, y como efecto no hay una congruencia para la homologación y armonización del convenio con la legislación laboral nacional. La voluntad política del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, no corresponde para un ejercicio de las diferentes instancias públicas como la administración del trabajo, gobernación, Ministerio Público y, órganos legislativo y judicial, y dolosamente no saben tutelar los derechos laborales de los trabajadores y menos homologar la legislación laboral del país con los estándares internacionales descritos.

Esta parte ha quedado en deuda su cumplimiento, a un año de su ratificación, no corresponde para la defensa ante la desregulación y flexibilización de derechos constituidos en el cuerpo legal hoy, anulados y restringidos por un nivel de gobernanza, incapaz de alcanzar bienestar para la gente que trabaja, y no sólo para las élites de poder, nuevas o recicladas.

*Sindicalista salvadoreño

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