Historia del “Medallero Olimpico del mal Gobierno”
Por: Miguel A. Saavedra
En una tierra lejana, donde la corrupción y la falta de ética eran moneda corriente, se llevaban a cabo los Juegos Olímpicos. El país en cuestión había organizado el evento y, para asegurarse el éxito, decidió crear un Medallero Olímpico especial: el “Medallero Olimpico del mal Gobierno”.
Este medallero otorgaba ventajas al equipo local, que podía ganar medallas de oro en disciplinas como el “Tiro al Blanco a la Democracia”, en el que los participantes debían apuntar a una diana con la imagen de un político opositor. También se incluía el “Clavado Olímpico de los fondos públicos”, en el que los funcionarios debían saltar desde un trampolín hacia una piscina llena de billetes.
En el ajedrez, el equipo local ganaba la medalla de oro con el “Jaque Mate a los poderes del Estado”, mientras que en los 100 metros libres se disputaba la medalla de oro en la “Carrera hacia la Corrupción”. La maratón se convirtió en una “Marcha hacia la Dictadura”, donde los participantes debían correr hasta llegar a un punto de control donde se les pedía su identificación y se los interrogaba acerca de sus opiniones políticas.
En el “Salto Alto a los precios de consumidor”, los competidores debían saltar por encima de una montaña de productos de primera necesidad con precios exorbitantes, mientras que en el “Nado Libre en aguas sucias de Corrupción”, los nadadores se sumergían en una piscina llena de billetes y monedas sucias.
El “Ping Pong de quejas y demandas” era una disciplina particularmente popular, en la que los participantes debían lanzar pelotas con quejas y demandas contra el gobierno, mientras que en el fútbol se jugaba con una pelota cuadrada y en el remo se exigía remar sin sincronía, lo que hacía imposible que los equipos extranjeros pudiesen competir en igualdad de condiciones.
Finalmente, el equipo local se llevó la mayoría de las medallas gracias a su ventaja en el “Medallero Olímpico del mal Gobierno”. Pero a pesar de la victoria, la gente del país estaba enojada y desilusionada. Se dieron cuenta de que el gobierno había manipulado los Juegos Olímpicos para su propio beneficio, y que esto era solo una muestra más de la corrupción y la falta de ética que reinaba en el país.
