La gente ni es idiota ni es culpable. En el número anterior EI publicó “Argentina se asoma al abismo”, nota de Juan Pablo Criales referida al resultado de las primarias que muestran que la ultraderecha salvaje (Milei) y una ultraderecha prolija (Bullrich) reúnen casi el 70% de los votantes.
Por: Marcelo Valko
Ahora bien, el otro segmento que obtuvo el 28% es el peronismo, en teoría una agrupación que busca justicia social pero extrañamente su candidato es un exderechista confeso que se puso la camiseta peronista y es un visitante muy frecuente en las amenas tertulias que organiza Marc Stanley embajador de USA en Buenos Aires.
Es decir, las alternativas para el votante no son muchas. Seguramente sería lícito que algún lector de un semanario progresista como el que dirige Walter Raudales se preguntara: ¿Y la izquierda? Podría responder con una ironía: “bien, gracias”. Más allá del sarcasmo, la izquierda argentina se dedica con pasión a robarse militantes entre sí, y hablar desde un lenguaje muy vetusto, anquilosado que hace tiempo dejo de decir y significar.
Y que por colmo de males, esta “vanguardia iluminada” se enreda en “sesudos análisis de condiciones objetivas y subjetivas” que, para el común de la gente a quien se le esfuma el valor de los billetes en el bolsillo por minuto, son una especie de laberintos, trabalenguas semánticos, en definitiva: una masturbación intelectual.
La foto que acompaña esta nota (Crónica 31/08/2023) y que facilita Presidencia de la Nación a los medios no es casual, está pensada, quizás por la mediocre vocera Gabriela Cerruti, de la que queda poco y nada de aquella periodista incisiva de Página/12.
Como el presidente Alberto Fernández, está “desaparecido” hace más de un mes, y dada las terribles críticas por olvidarse que es presidente, decidieron vestirlo de mandatario con un “detalle de color” para empatizar con la gente, ya que todos saben que le gusta tocar algo de música y lo hicieron aparecer de esta forma, como un GUITARRERO precisamente firmando un decreto que da un misero paliativo económico ante el naufragio económico de millones de familias. Casi un remedo criollo un tanto devaluado de la orquesta del Titanic, y en esta situación el tiro les salió al revés.
Aclaro para los lectores, que en Argentina “guitarrero” es sinónimo de mentiroso, de quien te enreda con palabras, en definitiva un “versero” que te envuelve con un discurso vacío y “te enreda la víbora”. Observen con atención. Eligen la escenografía: en este caso alcohol en gel al lado de la bandera… saco y corbata, concentrado, deja el reloj enfrente para ver la hora… copa de agua y cafecito y a falta de una de sus guitarras utilizan DOS… una para cada mano… Creo que a los funcionarios (muy bien remunerados) que idearon este engendro fotográfico solo olvidaron agregar a su único fiel, el simpático perro Dylan de Fernández que suele aparecer en muchos de sus videos y anuncios… ¡Así no va muchachos…!
Habría que ser honesto de una buena vez y preguntarse (no solo en argentina): ¿la gente solo tiene razón cuando nos vota a nosotros? ¿Solo en ese caso es vox populi vox Dei, solo en ese caso expresa la verdad? Por mi parte pienso que la gente ni es idiota ni tiene la culpa y estamos asistiendo en buena parte de las “democracias de Occidente” a un cansancio, un agotamiento. En Argentina durante la crisis del 2001 cuando los bancos le robaron los ahorros a las personas (fui uno de los damnificados) en todo el pueblo se hizo carne una sola consigna: “que se vayan todos”.
Veinte años después y con una crisis inflacionaria sin fin, aparece Milei hablando de la corrupta clase política que solo se beneficia a sí misma y reitera “que se vayan todos”. Doy un ejemplo del día a día. Los empleados de los supermercados fueron superados por la velocidad de la remarcación de los productos, uno recién sabe el precio de un paquete de arroz cuando llega a la Caja y abona un valor que no es el que figura en el estante porque no hacen a tiempo de cambiarlo.
Ante el fracaso reiterado de los viejos partidos aparece un flautista de Hamelin con una melodía diferente y la gente común y sencilla que corre por un salario que no llega al día 20 y no tiene tiempo para estudiar El 18 Brumario se pregunta: “y bueno, capaz este tipo es diferente…” Ojo, no estoy justificando, sino tratando de explicar y explicarme.
El éxito potencial de Milei se basa en el absoluto fracaso de los otros que estuvieron siempre gobernando un país tan grande y tan rico convertido en miserable hace décadas que tiene 40% de la población debajo de la línea de pobreza y un 10% son directamente indigentes. Es decir, la mitad del país esta excluido y la otra mitad observa el apocalipsis económico con espanto y muchos sienten que todo da igual.
Igual, pese a esta suerte de diagnóstico, la historia tiene esos momentos de flujos y reflujos, de avances y retrocesos que pese a lo que hagamos suceden, nos exceden pese a nuestros esfuerzos y deseos. La historia es como es, no como nos gustaría que fuese. Justamente en estos momentos, es cuando más importante es mantener la esperanza, la llama viva, la luz en esta siniestra oscuridad de traidores y mediocres.
Este es el momento de ser imaginativos, aguantar y estar en cada lugar donde se deba estar y no echarle la culpa a que ya no aguanta más y quiere de verdad un cambio. Como dijo alguien hace ya tiempo: “basta de chachara”. El enojo es la chispa. Aunque hoy no lo parezca, es lento, pero viene…
