La nueva investigación de Marcelo Valko expone el uso político del pasado que utiliza al general Roca como mascarón de proa de aquella Argentina irreal que se sueña blanca bajando de los barcos y que colocó en altos Pedestales a quienes cargan un frondoso Prontuario.
La célebre generación del ´80 organizó un país para pocos enquistado en Buenos Aires dando la espalda al interior, y es por ello que para celebrarse a sí misma elaboró una anacrónica lealtad a la memoria de Roca que en su primera presidencia barre toldos, reintroduce la esclavitud mientras que en la segunda hace foco en el movimiento obrero dictando las máximas leyes represivas de que se tenga memoria.
Asistimos a un cambio de paradigma y es lógico que emerjan tensiones cuando se propone cortar amarras con la enseñanza ritual de la historia. Las pruebas contundentes que expone el autor exhiben una serie de testimonios de “gente de su tiempo” denunciando todo tipo de atropellos al derecho de gentes e incluso delitos económicos denunciados por infinidad de medios, léase corrupción del Clan Roca, que demuelen un relato que tuvo como ejes la negación y la distorsión de los hechos lo que explica la cantidad de localidades donde los vecinos desmonumentaron su nombre de la señalética.
El general Julio Roca fue elegido como mascarón de proa de una elite que viene de lejos en el tiempo, con apellidos que se repiten hoy como Blaquier, Bullrich, Larreta o Martínez de Hoz por mencionar apenas algunos. Al ser un diligente empleado que benefició a ese minúsculo sector es lógico que la historia oficial elaborada por estos lo transformara en un héroe de clase encumbrado en un alto pedestal de un país irreal algo muy diferente de ser un héroe argentino.
Este libro sintetiza su prontuario, por ejemplo, invade Patagonia en invierno. ¿Por qué? Porque tenía prisa electoral. Semejante desatino estratégico causa amputaciones por congelamiento a soldados y oficiales. Su reforma agraria a la inversa ni siquiera copia lo realizado por en EE.UU con pequeñas parcelas productivas, aquí se crean inmensos feudos y latifundios entre las principales familias, por ello no resulta sorprendente que se convirtiera en el primero en ser dos veces presidente.
El general no solo tiene que ver con el genocidio indígena sino también con la promulgación de leyes que apuntan contra elementales derechos del movimiento obrero como el pedido de ocho horas de trabajo o descanso dominical pago, de hecho los primeros muertos en las manifestaciones por el 1° de mayo se producen en su gobierno incluso con el secuestro de los cadáveres de obreros para negar el crimen.
Este texto editado por Peña Lillo/Ediciones Continente e impreso en talleres recuperados y autogestivos facilita recortes del diario conservador La Nación donde denuncia los delitos de Lesa Humanidad que comete Roca naturalizando una neoesclavitud de los prisioneros indígenas traicionando los ideales libertarios de la Revolución de Mayo.
Fui Roca se propone como una herramienta que no busca solo quitar al general del espacio público sino explicitar lo que simboliza como logotipo de la elite. Lo trascendente no es un reemplazo sino lo que cambia con el cambio para recuperar el país inclusivo de la Patria de Mayo que no nos dejaron ser. El poder tiene pánico en recordar por eso reelabora un pasado acorde a su presente para que todo siga igual en el futuro. Hoy el patriotismo teatral cruje y las voces que vienen de lejos se alzan contra el olvido.
En definitiva Marcelo Valko nos propone pensar, en lugar de ser pensados. Es lento, pero viene…