En los últimos días la discusión política en México ha pasado por distintos temas. Uno de los últimos es el de la santa muerte. En la discusión del tema aparecen dos actores sociales relevantes: el partido gobernante y la Iglesia Católica. En el trasfondo se localiza una parte del grueso sector de los católicos.
Por: Jesús Arturo Navarro Ramos*
Parto en este comentario de la hipótesis de que nada en política es ingenuo, y, por tanto, hay una intencionalidad en la publicidad del mensaje en una playera con una serie de mensajes textuales e icónicos de carácter absoluto.
El texto señala que “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, mientras la iconografía muestra una figura de la santa muerte con un dedo en la boca en señal de silenciar. Todo ello sobre un fondo negro. ¿Qué denota el mensaje? ¿Hacia dónde se encamina la connotación de éste? Planteo mi análisis del lenguaje sobre este asunto.
El mensaje denota -ateniéndonos al texto, la figura y los colores- una toma de posición: el autor señala una perspectiva absoluta y no dialogante al usar el término “nunca”. Es decir, no se admite el disenso. El mensaje se complementa con el dedo en señal de silencio. Así, lo importante es el silencio. ¿Ante quién? El planteamiento alude a López Obrador, un personaje que a fuerza de estar presente cada mañana se ha convertido en un referente de un proyecto político.
De manera que lo que denota es la posición de hacer silencio ante el proyecto político. El uso de tres términos “un verdadero hombre” establece una oposición entre lo verdadero y lo no verdadero, o lo verdadero y lo falso. Así en el proyecto se plantea una selección. Ahí están los que se consideran verdaderos y se excluyen los no verdaderos o los falsos. La figura de la muerte es un recurso que suele señalar el fin de la vida. Así el planteamiento completo denota un mensaje que dice: los que verdaderamente forman parte del proyecto político guardan silencio o les espera el fin de la vida.
La figura de la muerte, por otra parte, causa en muchas religiones conflicto, y particularmente en la Iglesia Católica un escozor desde los orígenes porque la muerte aparece como la oposición al proyecto de vida, como el enemigo a vencer con la resurrección de Jesús. Desde ahí, se puede construir la connotación que ha ido posicionándose como contrapropuesta.
El Episcopado Mexicano en su comunicado Prot. 97/2024 condena el hecho al vincularlo con la exaltación de la cultura de la muerte, la narcocultura y la violencia. Así, el icono de la santa muerte es interpretado como un referente del proyecto político gobernante.
De aquí se sigue la confrontación directa que apareció en redes sociales el 24 de abril de 2024: “No podemos ignorar la preocupante realidad que enfrenta nuestra sociedad con la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura que se difunde en las redes sociales, imágenes violentas, cultos distorsionados como el de la Santa Muerte y amedrentamientos digitales. Esta propagación de contenido dañino está distorsionando los valores fundamentales que nos han caracterizado como nación y erosionando el tejido social”.
Desde esta perspectiva, la Iglesia Católica se convierte en un referente de la contraposición con el proyecto político actual: “denunciamos enérgicamente esta glorificación de la violencia y hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se unan en un rechazo total a estas prácticas destructivas” según señala el Secretario del Episcopado Mexicano. En el trasfondo se encuentra un sector de los creyentes que han sido formados en el rechazo a la muerte, pero que han optado por el proyecto político actual y que se ven obligados a tomar posición entre sus creencias religiosas y la opción por sus convicciones y compromisos políticos. No podemos saber qué sucederá, pero los creadores del mensaje con el icono de la santa muerte al parecer han abierto un frente con los creyentes católicos que podría tener consecuencias en la elección de junio de 2024.
Finalmente, quiero presentar mi interpretación a partir de lo que ha planteado en el tercer párrafo de este texto. La frase “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, independientemente de si se realizó o no en Palacio Nacional, se ha convertido en un mensaje político hacia el interior.
Es decir, sale de Palacio a través de dos vías autorizadas: el video del director del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano y el Partido Morena al publicarlo el 20 de abril de 2024 en su cuenta oficial de Facebook. Los destinatarios principales atendiendo -no a sus creadores- a sus difusores son los críticos al interior del proyecto de la 4T, los que no guardan silencio. De paso, están los críticos externos, entre ellos la Iglesia Católica. A todos ellos se les dice: los que verdaderamente forman parte del proyecto político guardan silencio o les espera el fin de la vida, es decir, la anulación. Leeré atentamente sus interpretaciones.
*ITESO – México