Por: MIGUEL BLANDINO.
Hace seis décadas la tiranía militar fascistoide de la oligarquía salvadoreña tuvo que aceptar la orden imperial de la Casa Blanca y legislar para permitir la libre organización de la clase trabajadora. Los sindicatos nunca habían dejado de luchar, pero por primera vez podían hacerlo sin temer a la cruel represión. Fue entonces cuando nació el sindicato más poderoso, el más grande,cuantitativa y cualitativamente: la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños (ANDES 21 de Junio)
Paradójicamente nunca se pudieron llamar sindicato, sino asociación, primero porque eran empleados del gobierno y no podían hacer sindicatos sino asociaciones. Y después porque ya eran reconocidos como la vanguardia con ese nombre. Cuando todo comenzó no tenían la autorización ni siquiera como asociación. Eran una asociación de facto, de hecho.
Cinco años de luchas callejeras y una huelga general tuvieron que pasar para obtener la personalidad jurídica. Pero la lucha de calle inclaudicable fue la forja donde se hicieron patentes los liderazgos.
Todo el magisterio reconoció la coherencia y constancia de aquellos que se distinguían de los farsantes y de los blandengues.
Mélida Anaya Montes estaba en primer lugar entre aquella pléyade de gigantes y así se mantuvo, hasta que dio el paso para asumir una tarea más seria, mucho más grave: como “Ana María”, la comandante guerrillera, segunda jefa de las Fuerzas Populares de Liberación -FPL- Farabundo Marti.
ANDES 21 de Junio fue el magisterio en lucha contra la tiranía militar fascistoide, con y sin registro legal.
No necesitaba más reconocimiento que el del proletariado, padres, madres y alumnos.
¡Gloria eterna para los maestros que nos educaron en la lucha por la defensa de la dignidad y la revolución!
ANDES 21 de JUNIO
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