Dificultades mayores se ciernen para las personas trabajadoras, en consecuencia, el sindicalismo debe asumir sus pecados y reivindicarse

Sindicato y sindicalismo, cuyo significado estriba en trabajar por y para procurar la justicia social. Es decir, son personas y agrupaciones de personas, que administran justicia y velan por los intereses dentro de las diferentes actividades económicas.


Por: Róger Hernán Gutiérrez*


P ara las personas trabajadores el Estado ha sido cooptado por los grupos oligárquicos, por ello se demanda una acción y tarea opositora y justa, lo más importante y primordial que tiene la persona obrera—proletaria– para tener fuerza, es la unión, es la posibilidad de asociarse en defensa de sus intereses laborales y socio-económicos, por eso se oponía el gobierno a aquel sin permitir dichas asociaciones.

No obstante, cuando se produce una situación que es alienante, en tanto se refuerza en la creencia que el hombre es libre, y no hay necesidad de agruparse, ni formar coaliciones de obreros(as). Pues ello atenta contra la libertad en general y en contra de la libertad de trabajo en particular; esto es lo que el neoliberalismo coopta para exacerbar el individualismo, y que mantiene un sindicalismo atomizado, subordinado a partidos políticos que lo han menoscabado en sus principios y valores.

En épocas anteriores se ha manifestado la imposición de sanciones por constituir asociaciones de artesanos, obreros o jornaleros; y en la categoría de empleados públicos, lo que en mucho a proscrito la fundación de organismos en asocio de personas trabajadoras, por empresa, por rama, por profesión. Esto va determinando las necesidades de nuevas y mejores opciones sindicales para una estructuración diferente del sindicato; la falta de elementos fundamentados para una cogestión en las empresas, no ha permitido que la diferente realidad en el mundo del trabajo, los cambios sean tan desventajosos para los sindicatos y ello se ha manifestado en una férrea oposición a dialogar social y laboralmente, trayendo consecuencias nocivas en los ámbitos económico-sociales.

Los sindicatos ante una marcada prohibición de hecho y por períodos de derecho, un aparato de gobierno que deslegitima el trabajo sindical y la dependencia partidaria sin ningún favorecimiento en materia de protección social, o de aseguramientos diversos para un reforzamiento financiero, no obstante la lucha por el seguro de desempleo—incorporado en el C102, no fue posible hacerlo en su ratificación pasada – Lo que ha llevado a sesgar su funcionalidad y ejercicio a un trabajo no subordinado, sin relación laboral, ni salarial y la proliferación de una economía informal, que por momentos se lucha por su formalización por parte de la OIT. Actualmente el conflicto con el sector informal ha derivado en desalojos, mercados privatizados, alza en las tasas municipales; en un supuesto reordenamiento para mejorar el turismo como eje de acumulación.

Los partidos políticos en sus diferentes expresiones conservadores, liberales, de izquierda han jugado un papel de cooptación y deslegitimación de un desarrollo sindical, y su sometimiento a éstos, ha llevado a un sindicalismo venal, falto de confianza y de credibilidad en las personas trabajadoras que necesitan defender sus intereses y velación por la justicia social. Dada la situación planteada y la imposibilidad legal de que las personas trabajadoras se agrupen en defensa de sus intereses, opten por iniciar el movimiento sindical en la clandestinidad, recogiéndose el sentido societario de los gremios.

El movimiento sindical en el país ha entrado en una crisis de las peores, las masas obreras (asalariadas) en actividades como los servicios financieros; comercio exportador, agro e industria de mucha rentabilidad no existe, fue barrido en el período de arena en la imposición del modelo de libre mercado; esto ha llevado a duras penas a generar condiciones de unidad sindical por actividad económica. Ha sido el país muy dependiente de sociedades capitalistas más desarrolladas; y los diferentes procesos históricos han tenido desde movimientos clandestinos con un ideario político-sindical comienzan a expresarse en diversas formas, que en un principio se manifestó en forma de una fuerza a través de la huelga con características de motín, posteriormente se da la simple coalición de obreros de una misma fábrica, o de varias fábricas diferentes; pero sin la fuerza, generando mucha división, oportunismo y traición a los más genuinos intereses.

Algo de esto tenemos vivenciado a través de un tripartismo venal, de poco provecho y defensa de esos intereses; lo que ha permitido el desaparecimiento de la previsión social (pensiones) pública; el debilitamiento de la protección social-como la salud pública y cogestionada en el ISSS, el fondo social, la formación profesional, etc.

La última etapa con la formación de sociedades de resistencia, ante un libre mercado voraz, indignante, discriminativo; con objetivos de imponer por coacción moral o física al resto de trabajadores(as), el paro colectivo de la especialidad laboral, culminan con la auténtica aparición del sindicalismo. Con una estructura más evolucionada, con una rigurosa diversificación de oficios e industrias, frente a la estructura social imperante y débil, desconfiada, alienada, desinformada y con poco conocimiento de la realidad, buscando un lugar legalmente y fuerte en principios y valores (programático) en el conjunto económico-social de su época.

*Sindicalista salvadoreño

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