Nuevas Ideas ¿un partido sin ideología?

Para muchos hemos llegado al final de ideologías, pero pensemos un momento sobre lo que significa no tener ideología, el no tener ideología es un sin sentido, todos tenemos ideología a menos que estemos desquiciados. Nuestra ideología puede ser llevar la vida sobre cánones y pensamientos religiosos, ser de izquierda o derecha, ser fascista, demócrata o liberal. En política se puede presumir no tener ideología para cosechar votos de los incautos.


Por: Igor Iván Villalta Sorto*


T odos tenemos propósitos en la vida y todos necesitamos dirigirnos por algún camino. Los partidos políticos surgen con grandes ideales de proteger a las personas, de trabajar por ellas. En la mayoría de los casos estos principios se traicionan. En época electoral se venden los políticos como los más prístinos del mundo, que aborrecen la corrupción y el despilfarro de recursos del estado, se escandalizan por los salarios de los funcionarios, ofreciendo al electorado cero corrupciones. Y el ciudadano concurre a las urnas electorales, una y otra vez con la esperanza que en esta oportunidad va a ser diferente y vamos para adelante y el país va a abandonar el lastre de un estado corrupto y criminal.

Pero ya encaramados en el poder todo se les olvida y comienzan a ejecutar su verdadera ideología, una ideología que tiene que ver con el individualismo y enriquecimiento de los dueños del poder y sus allegados. Pero como te llenas de personas con la misma ideología que la tuya y eso crea divisiones que entretejen una red de mentiras, engaños y conspiraciones. Porque el que está en el poder no lo quiere dejarlo debido a que se expone a que sus mismos compañeros o súbditos lo lleven a la cárcel, o lo ejecuten como ha sucedido en muchas ocasiones.

Llegando a tal estado de cosas que el líder, aunque lo deseara, ya no puede abandonar el poder y no encuentra sucesor que le permita seguir dirigiendo detrás del trono, no tienen confianza ni en la persona que comparten la cama. Sus seguidores consideran que basta con la bendición del líder para que el ungido pueda tener éxito en todo lo que se proponga. Pero no confundamos los deseos con las realidades.

Los deseos los podemos ver en presentar un país con un gran despegue económico, que se enfrenta al poderoso vecino del norte y todos se rinden ante su sabiduría, que es el Rey del petróleo, que como el Rey Midas todo lo que toca lo transforma en oro, que todos los deportistas quieren venir al país a competir, que todos los artistas quieren presentarse en El Salvador. Cuando los fanáticos regresan a sus casas y se encuentran con que la calle de su colonia o cantón está intransitable, que cuando sale a comprar al supermercado o mercado, los artículos tienen un alza considerable, caemos en la triste realidad, que por más que hagan, sus plumas compradas o como ellos los definen sus tontos útiles, no pueden cambiar la realidad de las cosas.

En cualquier país del mundo el desarrollo se refleja en la educación de sus habitantes y en ese rubro andamos a la saga, porque eso no se logra trayendo eventos deportivos o espectáculos mundiales, aunque estos estén devaluados. A principios del presente siglo tuve la oportunidad de evaluar el estado en que se encontraban los maestros de educación media. Auspiciado por un consorcio español y el Ministerio de Educación de El Salvador (MINED) Este periplo por varios Institutos Nacionales de San Salvador, San Vicente y Cabañas me permitió darme cuenta de las deficiencias que presentaban los maestros de ciencias.

Y mi evaluación personal es que hay que elevar el nivel educativo de los profesores en todas las áreas del conocimiento, porque para la formación de una persona se necesitan muchas disciplinas del conocimiento humano. Si se pretende formar individuos con un conocimiento amplio, que puedan reflexionar sobre sí mismos y la realidad de sus conciudadanos, que no sean autómatas que repiten como pericos lo que dice el profesor, que sean individuos que se las ingenien para buscar respuestas y soluciones.

Veamos ahora como: de acuerdo al análisis de Emmanuel Dodd en su libro La Derrota de Occidente, señala como una debilidad de Estados Unidos con Rusia, en la educación, es la falta de ingenieros. El porcentaje de población que ostenta el título de ingeniero en Rusia es mayor que el de Estados Unidos, esto y otros factores son los que están creando un cisma entre los dos grandes bloques de poder mundial.

Y los resultados hablan por sí solos, en la Prueba Avanzo 2023 de cada diez estudiantes de bachillerato que tomaron la prueba solo aprobó uno, esto es un resultado catastrófico. Debido qué si nos ajustamos a la campana de Gauss el comportamiento normal de los estudiantes tiene que ver con el hecho de que un pequeño grupo de estudiantes se sitúan con notas bastante bajas, otro pequeño grupo se ubica en las notas excelentes y la gran mayoría se ubica en el centro del espectro, formando una figura de campana.

Ahora preguntémonos, si todo lo que se ha comentado en el artículo tiene o no que ver con una ideología.

*Biólogo investigador

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