Michel Chossudovsky es un economista canadiense, escritor y profesor emérito de la Universidad de Ottawa. Publica “Hacía un escenario de Tercera Guerra Mundial: los peligros de la guerra nuclear” (“Towards a war world III scenario: the dangers of nuclear war”) en el dos mil once. Este autor reflexiona que, la cultura de la matanza y violencia se ha arraigado en la conciencia humana. Este culto al asesinato, es respaldado por la Agencia Central de Inteligencia y el Pentágono a través de los medios de comunicación.
Por: José Guillermo Mártir Hidalgo*
C hossudovsky explica que, una Tercera Guerra Mundial ya no es un escenario hipotético. Estados Unidos y sus aliados están haciendo sonar los tambores de guerra. La Tercera Guerra Mundial, se presenta como un medio para preservar la paz mundial. El autor considera que, solo un loco o necio apostaría por una Tercera Guerra Mundial, ya que todo el mundo sabe que sería una catástrofe humana sin precedentes. Una explosión de dos megatones, un arma nuclear táctica, sobre una ciudad bastante grande provocaría que los edificios quedarían vaporizados, la gente quedaría reducida a átomos y sombras, las estructuras periféricas volarían como cerillos y se encendería furiosos incendios. El uso de armas nucleares, en caso de un ataque total contra un enemigo, sería una acción suicida. Además de los millones de muertos, el humo de los incendios generados por las bombas, subirían a la troposfera. Al absorber la luz, el humo se calentaría más y se elevaría a la estratosfera, donde permanecería por años. Los vientos transportarían el humo a todo el mundo y hundirían al planeta en un invierno nuclear. En una guerra nuclear, el “daño colateral” sería la vida de toda la humanidad.
El desastre de Fukushima puso en primer plano los peligros de la radiación nuclear a nivel mundial. Chossudovsky opina que, la energía nuclear no es una actividad económica civil, sino, es un apéndice de la industria de las armas nucleares, donde están detrás poderosos intereses corporativos.
La guerra contra Libia, se inició a los pocos días del desastre de Fukushima. Esta guerra, es parte integral de una agenda militar más amplia en el medio oriente y Asia central. El plan de bombardear Libia contemplaba la utilización de armas nucleares tácticas. Del mismo modo, el Pentágono ha elaborado planes de uso de armas nucleares contra Rusia, Irak, Irán, Corea del Norte, China, Libia y Siria.
La Doctrina Nuclear Estadounidense está relacionada con la “Guerra de Estados Unidos contra el Terrorismo”, y la amenaza de Al Qaeda para desarrollar y utilizar armas nucleares. La nueva doctrina nuclear observa el uso de armas nucleares, pero, trivializa o no menciona sus efectos devastadores.
Posterior a la guerra fría, se redefine la doctrina. Las armas nucleares tácticas se han mantenido como distintas de las bombas termonucleares. El arma táctica o bomba mini-nuclear se describe como una pequeña bomba nuclear. Se lanza de la misma manera que las bombas anti bunkers que penetran la tierra. En el dos mil tres, se dio “Luz verde” para utilizar armas nucleares tácticas en “Teatros de Guerra Convencionales”. La Doctrina de la Seguridad Nacional exige, la invención de una amenaza terrorista para presentar la “acción militar preventiva” como un acto de “autodefensa”.
Posterior al once de septiembre, la distinción entre armas nucleares tácticas y armas convencionales en el campo de batalla, se vuelve cada vez más difusa. Las armas nucleares y convencionales, se consideran “parte de la caja de herramientas”. El Comando de Componente Funcional Conjunto Espacial y de Ataque Global, bajo supervisión del Cuartel General del Comando Estratégico de Estados Unidos, es el responsable del lanzamiento de operaciones militares que utilicen armas nucleares o convencionales.
La “Guerra Global Contra el Terrorismo”, dirigida contra Al Qaeda, ha evolucionado hacía una “guerra de religión”. Desatando una atmósfera generalizada de racismo y xenofobia contra los musulmanes. Aunque el verdadero objetivo es, asegurar el control y la propiedad corporativa de la extensa riqueza petrolera de la región. La guerra contra Irán pretende recuperar el control angloamericano sobre el petróleo y gas iraní. Al mismo tiempo, cuestionar la presencia de China y Rusia en la región.
El arma nuclear preferida contra Irán son las armas nucleares tácticas, principalmente la B61-11. De igual forma, la GBU-43/8 o bomba de artillería masiva (MOAB) llamada “madre de todas las bombas”, y la GBU-57 A/B o “penetrador de artillería masiva (MOP). Estas últimas, son bombas convencionales monstruosas. Además, se podrían utilizar armas electromagnéticas, armas y técnicas de modificación del clima y el uso de la radiación electromagnética para “perjudicar la salud a distancia”.
El proyecto del Nuevo Siglo Americano, es una guerra de conquista por parte de una única superpotencia imperial. Una escalada militar con armas nucleares, podría llevarnos a una Tercera Guerra Mundial más allá de oriente medio y Asia central. Cuando una guerra nuclear, patrocinada por Estados unidos, se convierte en un “instrumento de paz”, tolerada y aceptada por instituciones mundiales, la sociedad humana ha sido precipitada a la auto destrucción.
Se requiere una red anti bélica de base amplia y bien organizada que, desafíen las estructuras del poder y la autoridad. La protesta contra la guerra, no cuestiona la legitimidad de aquellos a quienes va dirigida. El mayor enemigo del gobierno de Estados Unidos es la verdad. Revelar la mentira detrás de la administración estadounidense y sus aliados, constituye la base para socavar la legitimidad de los principales actores políticos y militares. Es de importancia que, el movimiento contra la guerra se extienda a las fuerzas armadas, para romper la legitimidad de la guerra entre hombres y mujeres militares. Los miembros de las fuerzas armadas, deben desobedecer órdenes y negarse a participar en una guerra criminal.
*Psicólogo salvadoreño