La observancia del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres es una forma también de luchar contra el feminicidio, una acción de la cual El Salvador no es ajeno.
Este lunes mujeres marcharán en esta capital en reclamo a sus derechos, en especial a la vida, truncado en cerca de 36 oportunidades en 2024 en actos calificados de feminicidios.
Pese a algunos esfuerzos para impulsar acciones que contribuyan a la protección de las féminas y alcanzar un trato igualitario, es el llamado Pulgarcito de las Américas uno de los rincones de la región donde se registran muchos abusos y muertes, principalmente provenientes de las parejas.
Organizaciones internacionales como ONU Mujer señalan que la violencia contra las mujeres se convirtió en un problema estructural y en muchos países son blanco de acciones con el objetivo de mantener o incrementar su subordinación al género masculino.
El arraigado machismo evita que sean vista como iguales, y, a parte de los abusos, en su entorno prevalece la violación de derechos laborales, en el hogar aun son vistas como objeto sexual y no como compañera, en el trabajo pese a mejor preparación, en la mayoría de los casos son peor pagadas.
Esa son partes de las cosas que enfrentan las salvadoreñas aún cuando el VII censo poblacional y de vivienda realizado en 2024 mostró que el 52,8 por ciento de la población son mujeres, lo cual significa que por cada 100 mujeres hay 89,5 hombres en el país.
Hay un problema social presente tanto en el ámbito doméstico como en el público, en diferentes vertientes: física, sexual, psicológica, económica, cultural y otras, que afecta a las faldas desde el nacimiento hasta la edad avanzada.
Entre las claves para luchar contra este tipo de violencia y avanzar en la prevención, están la educación y una respuesta adecuada de la justicia que evite la impunidad.
Un ejemplo claro que se manifiesta en este país es la prohibición del aborto, aun el que resulta de una violación o un problema en la salud del feto, por el cual una integrante del mal llamado sexo débil puede ser condenada hasta a 50 años de prisión ya que ese hecho es tipificado como homicidio.
Por otra parte, alcanzar la equidad de género pasa necesariamente por transformar las reglas sociales y los roles que subordinan a la mujer, subraya ONU Mujeres.
La forma más común de violencia experimentada por ellas a nivel mundial es la violencia física infligida por una pareja íntima, lo que incluye mujeres golpeadas, obligadas a tener relaciones sexuales o víctimas de alguna otra forma de abuso.
En el caso de El Salvador cifras aireadas por la Red Feminista frente la Violencia contra las Mujeres (RED-FEM), integrada por organizaciones no gubernamentales feminista y de mujeres confirman 36 feminicidios de este año.
Según dijo en conferencia de prensa Roxana Hernández, de la RED-FEM, es la violencia el principal problema que aleja a las mujeres salvadoreñas del goce del ejercicio de los derechos humanos, sobre todo el derecho a la vida y a la integridad.
Cifras del informe de labores de la Fiscalía General de la República de 2023 a mayo de 2024, muestran que en esa etapa el país alcanzó 20 mil 950 hechos de violencia contra las mujeres.
Por la eliminación y el enfrentamiento a estos hechos, por la igualdad de derechos con relación a sus pares masculinos, es por lo que marcharán hoy las féminas en El Salvador y en muchas naciones en el mundo. (PL)