El presidente de EEUU, Donald Trump, no se ha cansado de pedirle a los militares venezolanos que se subleven contra el Gobierno de Nicolás Maduro y den un golpe de Estado. Ahora Trump está pidiendo a Brasil que utilice su fuerza militar para «entregar ayuda humanitaria» a Venezuela.
El Gobierno brasileño anunció la apertura de un centro de acopio de materiales de asistencia para Venezuela en el Estado de Roraima, en el límite fronterizo con el país bolivariano. El Gobierno de Maduro sostiene que EEUU está orquestando una intervención militar a través de Brasil, disfrazada de una operación para el ingreso de ayuda humanitaria.
Ante la situación, Maduro cerró totalmente la frontera con Brasil: «las provocaciones hay que trabajarlas con tiempo», dijo el mandatario. Aunque el gigante sudamericano esté sometido a presión para tomar un rol más activo, los cuadros militares parecen estar conscientes de la complejidad que implicaría acoplarse sin reservas a las pretensiones de Washington.
«El gran temor de los militares brasileños es que una intervención militar en Venezuela pueda generar problemas con otros países de la región, que Brasil no tiene ningún interés en tener, o desestabilizaciones internas, incluso en el seno de las Fuerzas Armadas», dijo el escritor y analista Raúl Zibechi.
EEUU pretendía —además que Brasil utilizara su fuerza militar para entrar a Venezuela— que sus militares participaran en la entrega de la ayuda humanitaria. Los militares brasileños vetaron la idea y se mostraron reacios a la posibilidad de que Trump establezca una cooperación militar similar a la que tiene Colombia, informó Folha de São Paulo.
«Brasil históricamente fue un aliado de EEUU, sobre todo bajo la dictadura militar —dijo Zibechi—, pero nunca fue un aliado incondicional, siempre fue un aliado dispuesto a sumarse a las políticas de EEUU», aclaró.
El analista internacional aseguró que «los militares son muy celosos de su independencia» y que «de modo alguno, van a mantener su propio perfil en ese tema».
A su vez, Zibechi desestimó una intervención militar directa estadounidense en Venezuela, y opinó que la «mejor forma» que EEUU tiene de «salir de esta situación, es presionar a Colombia y Brasil para que intervengan en lugar de los ‘marines'».
«La invitación a los militares venezolanos que hace Trump todos los días para que den un golpe de Estado, es una invitación a decir ‘háganlo ustedes que nosotros no podemos’, o ‘nos costaría mucho hacerlo’. (…) La disputa, a mi modo de ver, hoy está en si Brasil acepta ser el brazo ejecutor de EEUU hacia Venezuela, Colombia ya lo aceptó», concluyó el pensador.