El mensaje de López Obrador puso de cabeza a los españoles… y a los mexicanos

(Por: Alejandro Gutiérrez)


Historia

Una carta del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador al rey de España desató una tormenta que apenas comienza. Pidió al monarca que su país se disculpara con México por las atrocidades cometidas hace medio milenio por los conquistadores. Las respuestas del otro lado del océano fueron cortantes y hasta majaderas.

El Estado español rechazó pedir disculpas, pero el provocador mensaje tuvo y tiene ecos en Madrid: llegó a la Casa Real, de ahí a la cancillería, para luego ser enviado al presidente. Sacudió asimismo a la prensa y obligó a los partidos políticos –que se encuentran en campaña– a pronunciarse contra los mandatarios mexicano y español. De rebote, en México, la provocación causó apoyos, críticas y, de paso, memes.

Madrid.- El 30 de enero en Palacio Nacional, y acompañado de un reducido número de sus colaboradores, el presidente Andrés Manuel López Obrador le anunció al mandatario español, Pedro Sánchez, que le solicitaría a España una disculpa por los agravios sufridos por los pueblos indígenas durante la Conquista, coincidiendo con la efemérides de los 500 años del arribo de Hernán Cortés a lo que hoy es México.

Cincuenta y cuatro días después se hizo público que López Obrador envió una carta con ese propósito al rey Felipe VI, lo que produjo un desencuentro diplomático entre México y España y una cascada de reacciones adversas desde este país a la propuesta, principalmente de los líderes políticos que tienen en mente las elecciones generales del próximo 28 de abril. Otra carta con propósito similar fue enviada al Papa Francisco, para que la Iglesia Católica pidiera perdón por los abusos cometidos por esa institución durante la Conquista. El anuncio de enero en Palacio Nacional, que tomó desprevenido a Sánchez, ensombrecía el propósito de su viaje oficial: ser el primer dignatario recibido por el recién estrenado gobierno de la llamada Cuarta Transformación, resaltar la sintonía de dos “gobiernos progresistas”, abogar por la seguridad jurídica de las 6 mil 200 empresas españolas afincadas en México –para que pudieran participar en los proyectos de infraestructura de la nueva administración– y mostrar la “gratitud” por el gesto de haber acogido a los más de 25 mil españoles durante el exilio republicano, hace 80 años.

El presidente español, aún atónito, expresó su desacuerdo con el enfoque del anuncio y consideró que el tono de la propuesta debía matizarse, incluso discutirse en conjunto, explica a detalle una fuente española conocedora de los pormenores de la reunión en Palacio Nacional.

López Obrador le informó ahí que prepararía una carta dirigida a Felipe VI con ese fin. Incómodo, Sánchez cortó el tema y dijo que estudiaría la propuesta.

Antes de dar por terminada la reunión y ante la parca respuesta del español, López Obrador añadió que iría “a consultarlo con mi esposa”, Beatriz Gutiérrez Müller, quien desde noviembre encabeza el Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y a quien el gobierno de España, según la fuente consultada, tiene como responsable intelectual de la iniciativa.

La esposa de López Obrador también le trasladó la petición de perdón a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, parte de la comitiva española. Esta información –que adelantó el diario Reforma en México y que Gutiérrez Müller desmintió– fue confirmada al corresponsal por la fuente ya citada.

Al día siguiente, luego de reunirse con empresarios españoles, hacer una guardia de honor ante el Monumento a los Niños Héroes y recibir el reconocimiento como Huésped Ilustre de manos de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, Sánchez volvió a España, una hora antes de lo previsto.

El tema de la efemérides de la llegada de Cortés a tierras mexicanas ya perseguía al gobierno español. El 24 de enero, seis días antes del arribo de Sánchez a México, el ministro de Cultura, José Guirao, dio a conocer el Plan Internacional de Cultura, en el que, reconoció, no incluían actos conmemorativos de Hernán Cortés y aceptaba que tratar ese tema con México “es algo complicado”.
El 5 de febrero, en un desayuno organizado por Europa Press, a una pregunta de este corresponsal, el ministro respondió que “una celebración como la de Hernán Cortés hubiera requerido que hace dos años se hubiera puesto en marcha, como se hizo con Magallanes y Elcano”, pero cuando llegó al ministerio, en junio pasado, “no había nada preparado”.

“No tenemos ningún problema por conmemorar y dignificar la figura de Hernán Cortés, pero debo decir que la Casa de América, la embajada de España en ­México y el Centro Cultural de España en México sí tienen programas; quien no lo tiene es el ministerio, lo estamos confeccionando e intentaremos acordarlo con los mexicanos.

“Pero también hay que señalar que en México la figura de Hernán Cortés no es muy simpática”, y si bien “el gobierno español tiene el derecho y la obligación absoluta de celebrar a Hernán Cortés, también tendremos que ser respetuosos con un país soberano, como México, y no será fácil”, reconoció.

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